España ya dio vuelta de página tras la prematura eliminación en el Mundial de Rusia 2018(perdió con Rusia en octavos de final) y fijó el punto de mira en Qatar 2022, con la Eurocopa 2020 de por medio. La Real Federación de Fútbol española y el nuevo director deportivo, José Francisco Molina (fue oficializado en reemplazo de Fernando Hierro), anunciaron que el ex entrenador del Barcelona, Luis Enrique, es el elegido para dirigir a la selección nacional tras la polémica salida de Julen Lopetegui y el interinato de Hierro en la Copa del Mundo.
«Se ha aprobado por unanimidad la contratación de Luis Enrique para los próximos dos años. Hay un acuerdo total y seguramente la semana que viene comparecerá para su presentación», anunció Luis Rubiales, presidente de la Federación Española.
El nuevo ciclo con el ex entrenador del Barcelona como líder comenzará la próxima semana con el objetivo de dejar atrás una etapa que parecía tener destino de gloria pero sufrió demasiadas convulsiones en la recta final hacia Rusia 2018.
El 28 de marzo, para muchos, España iba a ser el próximo campeón del mundo tras la histórica goleada que le propinó a la selección argentina el día anterior. Un 6-1 en uno de los últimos amistosos previos al Mundial confirmaba el excelente trabajo que llevó a cabo Lopetegui con la «renovación» de la plantilla.
Para el 21 de mayo el entrenador de 51 años ya tenía definida la lista que viajaría a Rusia. «Hemos decidido que esta lista es la que más nos va a ayudar. Es difícil, pero por encima de los nombres está la ilusión de un país», aseguró ese día el español.
El 13 de junio, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sorprendió al mundo al anunciar el despido de Lopetegui de la selección a dos días del debut mundialista contra Portugal: «Nos hemos visto obligados a prescindir del seleccionador nacional. Le deseamos la mayor de las suertes. La negociación con el Real Madrid ha ocurrido sin ninguna información a la RFEF», comunicó en una rueda de prensa.
«Vamos a tocar lo menos posible al staff. En cuanto tengamos algo que comunicar, lo haremos», reconoció Rubiales. Ese mismo día Fernando Hierro se convertía en el nuevo DT de «La Roja», dejando el cargo de Director Deportivo, el cual tenía desde noviembre de 2017 (previamente ocupó el mismo cargo desde el 2007 al 2011). «No tenemos tiempo para lamentarnos ni para pensar en otra cosa. El objetivo que tenemos es pelear un Mundial», afirmó en su primera rueda de prensa como técnico español.
Un día después Julen Lopetegui, quien dirigió a la absoluta de España desde el 21 de julio del 2016, estaba siendo presentado, entre lágrimas, en el Real Madrid: «Ayer fue el día más triste de mi vida desde que murió mi madre… Hoy es el día más feliz de mi vida».
El país aun no asimilaba la repentina salida del vasco y el conjunto de Hierro salía a la cancha para enfrentar a los lusos en su debut mundialista. Si algo salvó a España del ridículo fue el conocer de memoria y mantener por años el mismo estilo de juego.Con él supieron cubrir el problema que había en el banco y protagonizar uno de los partidos más entretenidos del Mundial.
Sin embargo con el correr de los días la selección sintió la partida de Lopetegui, quien le daba un plus extra a esa modalidad de juego que ya estaba asentada. Hierro no quiso modificar lo que se trabajó durante esos dos años y, el conjunto de situaciones, les pasó factura en el resto de camino.
Una victoria contra Irán por la mínima y un empate contra Marruecos, depositó a los españoles en octavos de final, en donde fueron eliminados por el anfitrión en la tanda de penales tras un empate a uno. Aquel encuentro fue un fiel reflejo de la situación futbolística de España. El equipo mantuvo la posesión, dominó el partido, pero no tuvo un plan de ataque y lo sufrió en las definiciones desde los 12 pasos.
Ocho días después de la eliminación, y a uno del despido de Fernando Hierro como entrenador y directivo, Luis Rubiales volvió a tomar el micrófono para anunciar al ex arquero José Francisco Molina como el nuevo director deportivo.
«Hoy se abre una nueva etapa con mucha ilusión», aseguró Molina quien detalló que llegó al cargo con una idea de a quién quería como seleccionador. «Le comenté ( A Rubiales) la posibilidad de traer al que a mi me gustaba(…) La decisión final es del presidente. La junta se va a reunir en un rato para decidir quien será el entrenador.
Alejado de los banquillos desde mediados de 2017, el ex entrenador del Barcelona se encargará de tomar las riendas de la selección absoluta. Tras sonar para equipos como el PSG o el Arsenal de Inglaterra, el asturiano de 48 años se impuso por encima de otras opciones como Quique Sánchez Flores, Míchel González o Roberto Martinez, quien hoy está haciendo un gran papel con Bélgica.
El hombre elegido posee las características a las que hizo referencia el director deportivo cuando fue consultado por lo que busca en un técnico: Un entrenado de éxito, moderno y que no haga variar mucho el estilo de juego del equipo, «que solo aporte unas pequeñas modificaciones», porque hasta hoy «se ha trabajado muy bien aunque en los últimos años no haya dado el rendimiento que se esperaba».