«Siempre defendí la idea de que cada país es soberano para decidir su régimen político, qué tipo de elecciones tendrá y para debatir cosas internas», expresó y calificó de «muy extraño» que «la exigencia que el mundo occidental hace a Venezuela no se la hace a Arabia Saudita».
«Quiero que Venezuela sea respetada y lo mismo quiero para Brasil», remarcó.
Lula minimizó las críticas de Lacalle y Boric y sostuvo que la cumbre presidencial «no es un grupo de amigos» y que siempre hay discursos encendidos con críticas.
De todos modos, explicó que su objetivo fue reunir a los países sudamericanos para decidir en qué foro continuar juntos, ya que cinco naciones no forman parte de la Unasur.
En ese marco explicó que a Boric y a Lacalle Pou no los conocía prácticamente y que esta cumbre sirvió para generar acercamientos y confianza. Comparó la situación con sus primeros dos mandatos (2003-10) y dijo que el tenía «hermandad» con presidentes de la época.
«Había una hermandad que ya no existe, (Sudamérica) está más plural, actualmente tenemos q aprender a convivir con esa pluralidad porque significa ejercitar la democracia hasta las últimas consecuencias», subrayó.
Para Lula, la unión de Sudamérica como bloque para negociar en forma coordinada en otros grupos o foros internacionales es una necesidad para mantener independencia económica: «O nos juntamos para defender nuestros intereses o seremos marionetas en la mano de las grandes economías».
Lula da Silva recibió a Maduro y aseguró que es el inicio de «la vuelta de la integración de América del Sur»
Lula reveló que en la bilateral mantenida ayer con Maduro en el Palacio del Planalto, que significó el regreso de las relaciones bilaterales rotas en 2019, le dio consejos al venezolano para generar confianza entre la comunidad internacional.
«Le dije a Maduro que existe una narrativa en el mundo y que cometió errores; él debería construir una narrativa, le dije que el necesita hacer un documento con todos los partidos de oposición, movimientos social, sindicatos, parlamento y gobernadores para pedir respeto a a soberanía de Venezuela porque el mundo llegó a elegir a un presidene que era una persona que no existía y sufre un bloque económico», dijo.
Lula se refirió al diputado Juan Guaidó, que era reivindicado por Washington, la Unión Europea, el Grupo de Lima y otros paises como el presidente legítimo de Venezuela.
Lula recordó que envió a su asesor especial Celso Amorim, ex canciller, a Caracas a dialogar con el gobierno y la oposición.
«Amorim volvió diciendo que le contaron que hacía mucho tiempo que la situación política no estaba tan tranquila», comentó Lula sobre las elecciones presidenciales previstas para 2024 en Venezuela.
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