«Es maligno, es un tumor», confirmó el director del Centro de Oncología del hospital, Paulo Hoff. Posteriormente, el oncólogo señaló al sitio web ig.com.br que el tumor fue localizado y no hizo metastasis, y que el ex mandatario también será tratado con radioterapia.
Artur Katz, otro de los médicos que atienden a Lula, dijo que el tumor «no es muy grande» y sus posibilidades de cura eran «excelentes», según reportó el diario Folha de Sao Paulo en su página web. El galeno añadió que se había elegido un tratamiento con quimioterapia en lugar de una cirugia para preservar las funciones de la laringe de Lula.
El ministro de Finanzas, Guido Mantega, visitó a Lula en el hospital y dijo que el ex presidente estaba «bien», de «bueno humor». «Su problema tiene cura. El es un luchador», señaló. En horas de la tarde, el ex presidente abandonó el hospital y se espera que regrese para iniciar un tratamiento ambulatorio el lunes.
Lula, un carismático ex líder sindical que emergió de la pobreza para transformarse en el primer mandatario obrero de Brasil, entregó en enero del 2011 la presidencia a su aliada Dilma Rousseff, quien también sufrió cáncer en el pasado y manifestó su solidaridad. El líder de barba y voz ronca se despidió de la presidencia tras ocho años con un índice de popularidad del 87 por ciento gracias al fuerte crecimiento económico y los programas sociales que sacaron de la pobreza a más de 20 millones de brasileños.
Aunque la influencia política de Lula es enorme, el diagnóstico de cáncer pone en duda su candidatura para las elecciones presidenciales del 2014. «La presencia de Lula es un as en la manga para el Partido de los Trabajadores», advirtió Christopher Garman, de la consultora de riesgo Eurasia Group en Washington. «Él garantiza que la oposición lo tendrá difícil para ganar la presidencia en el 2014», añadió.
Líder popular sencillo y campechano que ha sufrido ocasionales problemas de salud a lo largo de los años, Lula es un fumador con debilidad por los pequeños cigarros. También fue conocido su carácter de buen bebedor, que contribuyó a farjarle su imagen de hombre del pueblo. Ambos refuerzan las posibilidades de sufrir cáncer de garganta, de acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Fuente: Reuters