Macri, Monzó, Peña, Durán Barba, las tarifas y la resolución 125

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Emilio Monzó, presidente de las Cámara de Diputados

En la columna sobre Economía de Marcelo Bonelli de hoy, se le adjudica a Emilio Monzó haberle advertido al presidente Mauricio Macri que tenga cuidado con el avance de la discusión parlamentaria sobre las tarifas.

«Se puede convertir en una 125», dice Bonelli que Monzó lo previno.

Monzó, el presidente de la Cámara de Diputados que mantiene a raya y sin correrse del reglamento los embates de la oposición, está de capa caída.

Ya se reveló que el exintendente de Carlos Tejedor le anunció a Macri que abandonaría su puesto a fin de año. Parece que el jefe de Estado le habló de la posibilidad de hacerse cargo de la embajada argentina en España, pero ni siquiera ese premio consuelo estaría garantizado.

Monzó cometió un «pecado político»: cruzarse en la línea estratégica de Macri, el jefe de gabinete, Marcos Peña, y Jaime Durán Barba.

Monzó pretendía, entre otras iniciativas, pasar con una ambulancia a recoger a los heridos de la derrota del peronismo frente a Cambiemos. Desde Sergio Massa hasta Florencio Randazzo. Desde Miguel Angel Pichetto hasta Juan Manuel Urtubey.

Pero chocó contra una pared. O mejor dicho: chocó contra el argumento de que semejantes incorporaciones, pondrían en riesgo «la pureza» y «la naturaleza de Cambiemos».

Su segundo «pecado político» fue enfrentarse con la dirigente con mejor imagen de la Argentina: María Eugenia Vidal.

La gobernadora nunca lo destrató. Fue suficiente con excluirlo del grupo de importantes dirigentes a los que todos los días consulta.

Monzó insistía: «Lo efectivo en política, cuando triunfás, es ampliar la base de sustentación». Pero del otro lado le respondían:  «Así estamos bien, así ganamos las últimas elecciones y nada indica que no vayamos a seguir ganando».

Monzó quería desplegarse en la disciplina que más le gusta: los acuerdos políticoscon los radicales de Cambiemos y con las demás fuerzas de la oposición. «Incluso con los kirchneristas, si fuera necesario». Pero al Presidente de la Cámara de Diputados no lo dejaron actuar. Incluso, en determinado momento, le pidieron que no concediera más entrevistas públicas. Es que era «demasiado sincero»planteando las diferencias de estrategia en el seno del partido oficialista.

«¿Mauricio no intentó retenerte?», le preguntaron mil veces. «No. No forma parte del estilo PRO rogarte que te quedes», respondió en el marco de ciertas conversaciones privadas.

Monzó cree que la gestión de Macri es impecable, pero que al Gobierno en su conjunto «le falta política».

«¿Qué significa ‘le falta política’?», le preguntó un compañero de bancada. Significa que pudo haber evitado, con acuerdos previos bien planteados, el escándalo que rodeó la aprobación en el cálculo de los aumentos en el sistema previsional, respondió Monzó. Significa que se pudo haber evitado la escalada que está teniendo la discusión en Diputados por un cambio en la ley del aumento de tarifas.

Ahora le adjudican al Presidente de la Cámara haberle advertido a Macri que no siga provocando a la oposición, incluidos los gobernadores, con el pedido de la quita de impuestos para las facturas del gas en sus respectivas provincias.

La comparación con la resolución 125, que firmó el entonces ministro de Economía Martín Lousteau -que empezó con un aumento a las retenciones de las exportaciones de soja, prosiguió en una batalla de vida o muerte del gobierno contra los productores del campo y casi termina con la renuncia a la presidencia deCristina por pedido expreso de Néstor Kirchner– no parece tan exagerada.

En el fondo, lo que Monzó le está pidiendo al Presidente es que no tire de la cuerda demasiado, porque se puede llegar a romper. Ahora la mesa chica del gobierno analiza una estrategia para volver sobre sus pasos, sin que el retroceso se note demasiado.

Fuente: Infobae

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