Por segunda vez en menos de una semana, Mauricio Macri volvió a irse último de Casa Rosada. El Presidente salió por la explanada de la calle Rivadavia 22 minutos después de las 7 de la tarde, ya de noche, y un rato largo después que el resto de sus funcionarios de máxima confianza.
Antes, el jefe de Estado se reunió por casi una hora con Juan Manuel Urtubey. Es el tercer referente de Alternativa Federal que Macri recibe en cuatro días, en horas decisivas para el espacio del PJ no K, de cara a los cierres de alianzas y de listas de las próximas semanas. El lunes había sido el turno de Miguel Ángel Pichetto, en Olivos. El martes, el de Juan Schiaretti.
«Gobernador, es el tercer dirigente de Alternativa Federal que el Presidente recibe en menos de una semana. Primero Pichetto, luego Schiaretti y ahora usted. ¿Qué lectura hace usted teniendo en cuenta que, antes del fin de semana, el resto de los gobernadores fueron recibidos por el ministro Rogelio Frigerio y no por usted?», preguntó Infobae al gobernador de Salta, tras la reunión.
«Yo también me había reunido con el ministro Frigerio, con lo cual es posible que luego se puedan reunir con el Presidente. No manejo la agenda del Presidente, no tengo la menor idea. Pero me parece que una cosa no es incompatible…», contestó Urtubey, rodeado de los periodistas acreditados de la Casa de Gobierno. Tuvo que reafirmar, incluso, su candidatura presidencial y descartar un futuro acuerdo con Cambiemos.
«¿No ve un guiño del Presidente a ese espacio?», insistió este medio. «Somos espacios diferentes y competimos. Es muy difícil que eso pase», dijo el gobernador después de repasar aspectos de rigor sobre la cumbre con Macri y la adhesión a una agenda común vinculada al consenso de 10 puntos lanzado en las últimas semanas por el Gobierno para retomar la iniciativa.
El resto de los dirigentes y gobernadores que pasaron antes del fin de semana por Balcarce 50 no visitaron el despacho del Presidente: solo se vieron con Frigerio. Una señal del lugar que Macri le dio en estos días al PJ no kirchnerista.
La visita del gobernador de Salta, precedida por la de su par cordobés y la del jefe del bloque del PJ en el Senado, se dieron después del sorpresivo anuncio de Cristina Kirchner del último sábado, que sacudió el tablero político y obligó a Alternativa Federal a correr contrarreloj.
Tras esa sacudida, Roberto Lavagna, que negocia por estas horas su pertenencia o no al PJ alternativo, confirmó su precandidatura presidencial y los cuatro fundadores del espacio peronista no K -incluido Sergio Massa- apuraron una cumbre para tratar de revitalizar la «tercera vía». En ese contexto, Macri ofreció su despacho presidencial, en Olivos y en la Casa Rosada, para mostrarse con tres de los principales dirigentes de esa alianza.
En la mañana de este jueves, de hecho, el jefe de Estado levantó en la reunión de gabinete a las figuras de Pichetto y de Schiaretti. Es más. La foto distribuida este martes por Presidencia del cónclave entre el Presidente y el gobernador de Córdoba fue inédita para esta gestión: a los abrazos y sonrientes, muy lejos de las tradicionales imágenes de protocolo que suele difundir la Casa Rosada.
Fuentes oficiales consultadas por este medio resaltan que, en la pelea palmo a palmo contra el kirchnerismo, el Gobierno necesita una tercera alternativa vigorosa que divida el voto opositor. Aún con el riesgo de revalorizar por demás la «tercera vía». Y que se fuguen votos desencantados con la gestión macrista.
Según el oficialismo, Macri tiene muchas más chances que el kirchnerismo de pescar votantes en la pecera de los indecisos.
En paralelo, en el entorno más cercano al Presidente volvieron a ratificar este jueves a última hora su candidatura, rodeada, desde hace semanas, de intensas versiones de supuestos planes de emergencia. A horas de la convención radical del próximo lunes de Parque Norte.
El fin de semana, Macri espera novedades de los focus groups encargados al psicólogo español Roberto Zapata. Claves para la estrategia electoral, atravesada por una avalancha de trascendidos.
