«Quien no se juramente y se subordine a la Asamblea Nacional Constituyente no podrá tomar su cargo. Llámese como se llame, es una decisión de la Constituyente plenipotenciaria. O respetan o respetan, así de sencillo», señaló el mandatario durante un acto oficial en el estado Aragua (centro norte).
Maduro afirmó asimismo que algunos de los gobernadores electos opositores estuvieron relacionados con las protestas que se registraron entre abril y julio en el país, en las que murieron más 150 personas, y amenazó con su destitución y encarcelamiento si utilizan su nuevo despacho para incentivar actos violentos.
«Ganaron algunos gobernadores que estuvieron en las guarimbas (barricadas en las calles) pero se van a juramentan ante la Constituyente, y si alguno de ellos se come la luz (se sobrepasa) y, asumiendo la gobernación pretende utilizarla para la violencia y la guarimba, inmediatamente sería destituido e iría preso», aseveró.
El jefe de Estado venezolano ya había advertido que quien participara en estos comicios estaría reconociendo la Constituyente, una junta conformada únicamente por oficialistas y que es considerada fraudulenta e ilegítimas por la oposición de ese país y por parte de la comunidad internacional.
Pese a esta advertencia, los opositores han sostenido que no reconocerán ni se supeditarán a este suprapoder.
Entretanto, medio locales señalan que esta orden ya sale reflejada en un «decreto constituyente» publicado en la Gaceta Oficial del país.
Según la ley venezolana, los nuevos gobernadores deben ser juramentados en el Consejo Legislativo respectivo de cada región.
Sin embargo, este decreto advierte que los Consejos Legislativos no podrán juramentar a aquellos gobernadores proclamados que no hayan prestado juramento previo ante la ANC, tal y como lo indicó Maduro.
AFP