Marcelo Tinelli: el «no candidato» que miden las encuestas y quieren seducir desde Cambiemos y el peronismo anti k

0
376

«Alta imagen, baja intención de voto: cómo mide Tinelli contra Macri y Cristina», decía el título.

La nota destacaba que el conductor tenía altos niveles de aceptación, pero remarcaba: «Sin embargo, traducido a intención de voto su perfomance cae notablemente: sólo el 17 % lo elegiría en las urnas».

«Guau» , exclamó Marcelo Tinelli el martes pasado cuando encontró en la web la encuesta de Query que publicó el diario El Cronista y que le daba un 46% de imagen positiva contra un 34 % de Mauricio Macri y 33 % de Cristina Fernández de Kirchner. La imagen del conductor solo estaba cerca de la de María Eugenia Vidal: ella alcanzaba el 44%.

«¡Increíble, el 17 % les parece bajo… !» , se sorprendió frente a sus colaboradores en las nuevas oficinas de su flamante productora Laflia. Para él esa cifra era «buenísima».

Así se lo explicó a su círculo íntimo: «¿Dónde me presenté yo como candidato a presidente? Nunca dije nada, no me postulé ni ofrecí ningún plan. Acá cada uno hace la lectura que le conviene».

Entre mate y mate comentó que le parecía «ridículo» que se hable de la intención de voto de una persona que nunca anunció una candidatura. «Es como si quiséramos medir el rating que tiene Macri que nunca hizo un programa de tevé», ironizó, según pudo reconstruir Infobae.

Tinelli sabe que genera inquietud en el mundo político. Sus allegados deslizan que en la intimidad repite, palabras más palabras menos, lo mismo que declaró frente a Luis Novaresio hace menos de tres meses en una entrevista por A24: «Amo a la Argentina, me emociona estar con la gente. Y si algún día siento que puedo devolver desde otro lugar algo de todo lo que la gente me dio, lo voy a hacer. Hoy no lo estoy pensando, pero no lo descarto».

Su «mesa chica» asegura que en su fuero íntimo -aunque no lo dice públicamente- él siente que muchas encuestas que le dan resultados que no le son favorables «salen del lado macrista», aunque su relación con el Presidente es buena. «Se conocen desde hace 20 años y tienen buena onda», afirman quienes rodean a ambos protagonistas. «Pero la política es la política», coinciden.

«Marcelo no maneja big data como hace el Gobierno o los K, pero ve en la calle lo que pasa con la gente… Él sigue con su actividad solidaria en la Fundación, como lo hace desde hace años. Los que leen en esas acciones una intención política, se equivocan», le dice una persona del entorno más cercano a Infobae.

Más allá de los números que arrojan los encuestadores, Tinelli tiene sus propias mediciones. Se las hace desde hace años un amigo que tiene una consultora, y tienen que ver con su programa. En la última que realizó en 2018, los resultados fueron «muy positivos». Cuando preguntó sobre los «atributos» más destacados del conductor, los encuestados destacaron -con aprobación del 69 % al 88 %- su «capacidad de trabajo», «inteligencia», «ambición» y «liderazgo».

En el oficialismo y en la oposición se consumen encuestas en las que aparece y queda expuesto su alto nivel de aceptación y popularidad. Resultados difíciles de alcanzar para muchos políticos hoy. Y eso, obviamente, genera inquietud.

«Él va a seguir haciendo cosas por los más vulnerables, porque esa es su esencia, más allá de las lecturas que hagan los distintos sectores políticos. Así como hicimos el comedor de Bolívar, ahora va a arreglar la escuela que visitó en Purmamarca este año y va a mandar las estufas a la escuela Rinconcito en Jujuy», dicen en la Fundación que el conductor encabeza desde hace años y desde donde realiza todos sus proyectos solidarios, acompañado siempre por Gabriela Galaretto, el brazo y el motor de sus programas sociales.

Sin embargo el mundo político está en alerta y cada movimiento de MT es analizado en detalle. Por eso el jueves 16 de agosto al mediodía el foco estuvo en Le Parc. Ese día Tinelli almorzó en su departamento con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.

Las versiones de su entorno le bajaron el tono a la mini cumbre: «Con Horacio son amigos desde hace 20 años y lo ayudó mucho con la vuelta a Boedo de San Lorenzo. Y con María Eugenia habla siempre, y ella lo va a apoyar en los 20 años de la maratón de Bolívar». Las voces políticas, en cambio, subieron la apuesta: «El Gobierno quiere estar cerca y seducir a Tinelli. Si se lanza a la política quieren que sea desde ese espacio».

Esa misma idea fue la que le planteó Mauricio Macri en la cena íntima y secreta que tuvieron en la quinta de Olivos a mediados de año.Acompañados de sus mujeres, Juliana Awada y Guillermina Valdés, los amigos desde hace dos décadas hablaron de todo: el país, sus vidas, la política.

Antes del postre, el presidente le dijo sin vueltas: «Si algún día entrás a la política me gustaría que lo hicieras con nosotros». Tinelli se cuidó de no desairarlo y la conversación siguió por otro carril.

Larreta fue el promotor del encuentro del que nada trascendió. Marcelo venía de realizar diferentes reuniones con peronistas anit K –conversó con Sergio Massa, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, Eduardo Duhalde y Miguel Ángel Pichetto– y en Cambiemos se habían encendido todas las alarmas. Alarmas que meses más tarde se activaron en el peronismo «racional» cuando se enteraron que, luego del almuerzo-cumbre con la Gobernadora y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Tinelli reaparecía en una nueva acción solidaria en una cooperativa afín a Vidal.

El viernes 17 el conductor llegó hasta Villa Itatí, una de las más populosas de Quilmes, para visitar la cooperativa de cartoneros que conduce la hermana franciscana Cecilia Lee, muy cercana y quien aconseja -ha estado en reuniones de gabinete en la Plata- a la gobernadora.

Todos los que conocen a Tinelli saben que rescata y sigue con interés la figura de Vidal, ya que si decide finalmente incursionar en política le gustaría hacerlo desde «un costado social». Y ella encarna una visión con la que se siente identificado. Pero cerca del dueño de Laflia, insisten en que esa visita no fue política: «Marcelo se quedó muy impresionado. Fue con la Fundación a conocer cómo trabajan y ver cómo ayudar… ¡no vengan con eso de que está en campaña!».

Para agregar pimienta a los rumores, tres días más tarde Jorge Rial se despachó en una entrevista con Jonatan Viale para CNN: «Yo no sé si Tinelli no va a ser candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad. No sé si Vidal va a buscar la reelección y no sé su Horacio Rodríguez Larreta no va por la presidencia».

«Macri está cansado, no le encuentra la salida.Tal vez quien pueda reemplazarlo venga de adentro y no de afuera. ¿No será Larreta el candidato, Vidal no querrá seguir y Tinelli en la Capital?», disparó el periodista.

Y al final jugó fuerte: «Al otro día de la reunión, Marcelo estuvo en Villa Itatí, la zona más caliente de Quilmes, de donde se dice que salieron los aportantes truchos de Cambiemos».

Cerca de LaFlia le aseguraron a Infoabe que MT se sorprendió con las declaraciones del conductor de Intrusos. «No tiene idea de dónde salió eso. Horacio es un amigo cercano, habla de muchas cosas pero nunca habló de un cargo. Ni con él ni con nadie».

¿Con quién habla Tinelli? Habla con casi todos, y en especial con Eduardo «Bali» Bucca, quien pidió licencia como intendente de Bolívar para asumir como diputado nacional por el espacio Cumplir de Florencio Randazzo: «Son amigos desde años años», explican en el entorno del conductor.

«Los únicos que no lo llamaron son los K», aclaran con una sonrisa. Y cuentan que cada tanto Marcelo recuerda las conversaciones que publicó Infobae entre Cristina Kirchner y Oscar Parrilli en donde la expresidenta lo llamó «idiota».
«Los kirchneristas lo detestan», sintetizan.

¿Y quiénes lo quieren? La respuesta es muy general: «Lo llaman de todos lo sectores para ver en qué anda, para hablar del país y, sin decirlo abiertamente, tantear sus ganas de saltar a la política».

«Si hay un proyecto futuro para ingresar a la actividad pública lo va a estudiar, pero tendría que dejar todo lo que hace porque no es una actividad compatible. Marcelo sabe que el día que dé ese paso se va a tener que dedicar de lleno, ciento por ciento a la gente», desliza un amigo.

«Pero él tiene firmado su contrato hasta el 2020, así que quienes lo ponen como candidato lo hacen por su cuenta», juega con el misterio.

Cuenta que MT tiene plena conciencia de que la política es un «terreno duro», pero no le preocupa. «Tampoco vayas a creer en en la tele son todos Carmelitas Descalzas», ironiza.

¿Volvería a meterse en el barro de un mundo que no conoce a fondo luego de la difícil experiencia en la AFA? «Lo vivido en la AFA le sirvió. Los que creyeron que podían alejarlo de espacios hostiles y complejos, se equivocaron. De todo lo malo sale fortificado. Las desgracias que vivió desde chico lo hicieron más fuerte», responde quien lo conoce desde hace años.

Y habla de la muerte de su padre, Dino Hugo Tinelli, cuando él solo tenía 11 años, de la enfermedad de su madre, María Esther Domeño, y de cómo salió a trabajar desde chico: «Todo lo que tiene se lo ganó rompiéndose el lomo y trabajando con honestidad; no muchos pueden decir lo mismo».

Lo cierto es que Tinelli pagó caro, con un pico de estrés, sus ganas de llegar a presidente de la AFA. Pero frente a quienes lo acompañaron en esa campaña alguna vez explicó por qué para él, más allá de todo, fue una experiencia positiva: «Me bajé de la AFA porque no podía convivir ni manejar nada ahí adentro como yo esperaba. Pero me dio mucha experiencia. Tuve un crecimiento de cómo se pueden manejar las cosas en algunos ámbitos».

Quienes acceden a su mundo privado, aseguran que Tinelli está muy preocupado por la situación económica del país. En las reuniones íntimas, desglosa los temas que están en su cabeza a diario:

* «Es importantísimo solucionar el tema del empleo»
* «No todo puede ser, ajuste, ajuste, ajuste».
* «La economía está muy complicada: caída del consumo, de las exportaciones, no vienen inversiones, y hay timba financiera».
* «Son muchos meses de estar mal, ya me perdí en qué semestre iba a cambiar todo o cuándo venía la tormenta».
* «Si hacer política es ayudar los que menos tienen, me encanta».
* «Hay que invertir en la primera infancia».
* «Hay que ayudar a las Pymes».
* «Invertir en lo social como hicimos en San Lorenzo nunca es un gasto, es una inversión».

Tinelli reflexiona en esas reuniones sobre lo complicado que es hoy «arrancar y apostar por el país», porque»cuando un empresario pone la plata en otro lugar no pierde».

Y juran que en esos momentos recuerda a su abuelo que vino de España: «Ojalá todo cambie y salga bien para los que laburamos acá. Y podamos así darle empleo a muchos, porque eso me decía mi abuelo: ‘Siempre hay que darle trabajo a la gente’… Por eso invierto en lo que hago».

Cuando uno de sus amigos quiere saber si está más cerca del peronismo o el radicalismo, MT sonríe y asegura que seguir hablando hoy de signos políticos «con todo cariño por la UCR y el PJ, me hace sentir que somos Tiranosaurios Rex. Esta no es época de nombres ni de sellos».

Pero, a la hora de definir su corazón, él se siente más cerca del peronismo «racional». Así lo explica su entorno: «Su abuelo era radical, su padre peronista, y él siente afinidad con aquellos que tienen sensibilidad con los de abajo».

Y recuerdan con indisimulada admiración que el conductor viene de «una familia humilde», de padre periodista y mamá maestra, que fue a la escuela pública y que tuvo que salir a trabajar desde muy chico cuando Don Dino falleció. «Se crió sin que nadie le regalara nada», aportan.

¿Tinelli es tinellista? Muchos dicen que sí. Lo cierto es que durante sus 29 años en tevé casi todos los presidentes pasaron por su programa: «Kirchner, De la Rúa, Menem, Macri, todos estuvieron presentes en ShowMatch… y todos ayudaron a Bolívar», hace un guiño su colaborador.

Tomaron un café en las oficinas de Laflia. Un amigo hizo de nexo. El español Antonio Sola, que se presenta como estratega y «creador de líderes» -y quien asesora a Juan Manuel Urtubey- quedó encantado con la charla de una hora que mantuvo con Marcelo Tinelli.

«No puede ser que todo se lo dejemos a los políticos», dijo en un reciente reportaje el asesor, que alienta a los ciudadanos a que se presenten en procesos electorales.

El hombre asegura que todos lo buscan «porque gano elecciones». Su último éxito fue en México, con el triunfo de Andrés López Obrador, a quien asesoró para las históricas elecciones que llevaron a la izquierda al poder. Trabajó en más de 500 campañas en todo el mundo y ayudó a ganar a 13 presidentes. Y aunque luego del encuentro en Buenos Aires con Tinelli, los colaboradores de ambas figuras aseguraron que solo fue una «charla cordial e informal», el periodista anotó cada detalle de lo conversado con el español.

Hoy MT no está lanzado, pero está estudiando cada detalle para evaluar en el futuro si volcarse o no a la política. Lee economía, se interesa por los procesos electorales, y conversa con Facundo Manes o Francisco de Narváez, entre muchos otros.

Cuando se enfrentó a Juan Manuel Urtubey por el proyecto de tarifas -a pesar de su buena onda con el gobernador de Salta-, este salió rápido a responderle: sabe que Tinelli no es solo una figura pública querida, sus opiniones políticas tienen mucho peso.

El que se equivocó al querer retrucarlo fue su hermano, José Urutbey, de la UIA, cuando le dijo a Analía Argento de Infobae: «Le doy consejo de amigo a Marcelo, que se ponga a estudiar». Marcelo, aunque nunca lo va a admitir públicamente, ya está «estudiando».

«Pensar que Marcelo podría dar este paso hacia la política sin haberse preparado seriamente es no conocerlo», puso punto final frente a Infobae un hombre que lo vio crecer como conductor y empresario.

El bonus track lo dio Miguel Ángel Pichetto, cuando aseguró: «A Marcelo Tinelli no hay que subestimarlo, tiene un nivel de popularidad muy importante. Hay gente que hay que mirarla con detenimiento, con respeto, y no subestimarla».

Cuando leyó que un chofer había anotado con obsesiva minuciosidad el traslado de bolsos repletos de dólares para pagar coimas, sacudió la cabeza.

«Este país no tiene salida», arriesgó un allegado. Tinelli le salió al cruce: «Esto es gravísimo, pero hay que confiar en la justicia. Yo confío y no me dejo llevar por lo que dicen unos de otros, porque sino no se salva nadie».

Le preocupa la corrupción, siente que «hoy la gente va por un lado y los políticos por otro», y se enoja cuando alguien sugiere que la Argentina es inviable: «Tenemos gente valiosa para sacar el país adelante. Yo era el pibe que vendía helados en Bolívar, mi viejo murió de cirrosis, mi mamá tuvo esquizofrenia, no tuve nada y pude llegar a algo en la vida».

Cuando la semana pasada Adrián Suar dijo en una entrevista con Ernesto Tenembaum que había votado a Macri y que seguía esperanzado en que «pueda arreglar este lío», el conductor comentó en sus nuevas oficinas: «Coincido con el Chueco. Yo también estaba esperanzado con el gobierno de Macri y aún lo estoy, por eso apuesto y doy».

«Yo creo que tarde o temprano el Flaco va a ir a la política, estoy seguro», dijo también el gerente de Programación de El Trece. Pero sobre eso Tinelli no hizo comentarios.

¿Apuesta MT por este Gobierno? «Apuesta por el país», se escapa a la pregunta un cercano colaborador. Y revela que el conductor siente que hay que buscar la forma de terminar con la grieta y lograr políticas que perduren, «porque hacen a nuestra nación, más allá de los gobiernos».

Los que lo acompañan en su tarea solidaria aseguran que «lo que más le duele es la pobreza». No soporta que se mida en números («para mí no es un número», dice), aunque siente que son importantísimas las estadísticas. «Me duelen los chicos en las villas, ¿cómo ayudarlos a que tengan esperanzas en un futuro mejor? Me preocupa la droga, que ha avanzado todos estos años por más lucha que se le dé: el paco ha penetrado los barrios humildes». Y es allí donde la figura de Vidal se agigante y Marcelo la siente cercana.

«Amo este país, mi familia es de Bolívar y de Mar del Plata, Guille es de Necochea. Tengo pasión por la Argentina, y si algún día siento que puedo servir de otro lugar voy a hacerlo con la misma pasión», repite pública y privadamente Tinelli.

Y no es ingenuo. Sabe que sus palabras pesan. Y sabe también que si decide volcarse a la política, muchos buscarán en los archivos de su historia cada detalle que pueda minar su popularidad.

«Pero no le preocupa», dice un íntimo. Y explica que MT reconoce que se equivocó «700 veces, porque el que hace se equivoca», y que nunca volvería al humor fácil o al corte de polleritas. Pero el periodista afirma que es necesario «contextualizar» el pasado.

«Los hijos son los que nos muestran los cambios, pero todo hay que ponerlo en perspectiva histórica, porque con la cabeza que por suerte tenemos hoy no solo no podemos cortar polleritas, sino que hoy es impensado poder hacer programas como el de Olmedo, el de Francella o las chicas de Sábado Bus, y hace años fueron grandes éxitos. Yo cambié, todos cambiamos, eso es evolucionar», se explayó frente a sus amigos.

En ese mismo ámbito ha desnudado con emoción cómo vive junto a sus hijas el nuevo movimiento de mujeres que luchan por sus derechos: «Me parece extraordinario y no están solas, porque todos tenemos que acompañar».

Y dispara con munición gruesa cuando vislumbra que algunos quieren seguir marcando sus errores del pasado: «No sé cuántos tipos tienen grabados 30 años de su vida con todo lo que han hecho para que la gente pueda verlo».

«Mi idea hoy es meterme fuerte en el programa y en San Lorenzo, no en política», responde en dos líneas Marcelo Tinelli a Infobae. Y pide dejar para más adelante la charla: «Estoy a full con la apertura y los desfiles de mi mujer y mis hijas», se disculpa.

Las 16 personas que trabajan con él en su productora, y los 96 que quedaron en Ideas del Sur, confirman las palabras del conductor. «Hace 16 meses que no cobra un peso y está trabajando a pérdida, pero lo único que piensa es en salir al aire. Marcelo podría haberse tomado un año sabático, pero sabía que si ShowMatch no empezaba la gente no iba a cobrar».

MT viene de un año difícil enfrentado judicialmente al Grupo Indalo, el cual compró en 2013 el 51 por ciento de las acciones de Ideas del Sur y no cumplió con lo pautado: durante todo 2017 la gente de la productora y el mismo Tinelli pasaron meses sin cobrar sus sueldos.

«Por eso le inició juicio a Indalo por incumplimiento de pago más PNT que le adeudan y debían darle por contrato. Laburó gratis todo el año», revela uno de sus hombres de confianza.

El 3 de septiembre vuelve a la tevé luego de un año difícil enfrentado judicialmente al Grupo Indalo: “Para mí es como arrancar de cero”, dijo el conductor a sus íntimos
Más allá de todo, ShowMatch sale al aire el 3 de septiembre, una fecha poco habitual para el programa número uno de la tevé durante 29 temporadas. «Si Marcelo acepta salir a esta altura del año lo hace para poner en marcha la maquinaria y que toda su gente vuelva a trabajar. No sólo están los de Laflia y los de Ideas, también está La Corte que tenía los estudios y oficinas. Todos necesitan cobrar», explican en la producción.

Incluso se rumoreó que en algún momento se había pensado cambiar la frecuencia del show y no salir todos los días. Pero para mantener la estructura y la gente era necesario continuar con el mismo ritmo que el año pasado. «Si Marcelo no firmaba el contrato nadie cobraba un peso, ahora El Trece se hace cargo. Él está saliendo a pérdida», remarcan en su entorno.

El sábado 25 de agosto, grabó la apertura de su programa junto a Martín Bossi. Un show que este año tendrá mayor participación de los sueños y las ONG, cambio íntimamente ligado al camino que hoy recorre el conductor de «potenciar los valores positivos». También habrá imitaciones: Macri y CFK son número puesto.

Haber llegado a este lanzamiento no fue fácil. En su camarín, el sábado ya entrada la noche, Marcelo Tinelli reveló ante unos pocos cómo se siente frente a este nuevo desafío: «Para mí es como arrancar de cero».

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here