Mauricio Macri asume el valor histórico y político de recuperar las Islas Malvinas, pero su estrategia diplomática es pragmática y anclada en las necesidades cotidianas de la Argentina.
El Presidente considera una oportunidad la crisis del Brexit y decidió un continuo acercamiento al Reino Unido, que se aleja de la Unión Europea y busca profundizar las relaciones con sus antiguos mercados de América Latina. En este contexto, Marcos Peña aterrizó en Londres para cumplir una exhaustiva agenda política y comercial, que demuestra la posibilidad de mantener relaciones bilaterales con Gran Bretaña sin perder la pretensión de recuperar las Islas Malvinas.
Cuando concluya su viaje de cuarenta y ocho horas al poder inglés, el jefe de Gabinete volará hacia New York para asegurar a los banqueros más influyentes de Manhattan que la crisis financiera ha sido superada y que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional será anunciado antes que concluya el mundial de Rusia.
En las últimas semanas, Peña se transformó en un enviado especial de Macri a ciertos países que tienen un valor estratégico diferente para la política exterior de la Argentina. El jefe de Gabinete ejecutó un viaje relámpago a la Habana y ahora emprende una gira que incluye Londres y New York. Peña no había protagonizado estos gestos políticos en sus primeros dos años de gestión y sus visitas a Cuba y el Reino Unido exhibe la intención presidencial de transformar al jefe de Gabinete en su canciller sui generis para determinados movimientos de su agenda internacional.
Cuba tiene influencia en el régimen de Nicolás Maduro y Peña viajó a la Habana –entre asuntos bilaterales– para explicitar la posición de Macri respecto a la situación política y humanitaria en Venezuela. Por su parte, el Reino Unido es un destino complejo para visitar por sus eventuales costos políticos internos, ya que durante los años del kirchnerismo se montó la escena nacionalista de repudiar los contactos diplomáticos con el gobierno inglés hasta que vuelva a flamear la bandera patria en Puerto Argentino.
Sin embargo, Macri hace una apuesta geopolítica en Londres y envía a su jefe de Gabinete, que llegó acompañado por el ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. Se trata de una delegación con peso propio que termina para siempre con la táctica de aislamiento que promovía Cristina Kirchner. El Presidente no se olvida de las Islas Malvinas, pero entiende que el aislamiento no sirvió para recuperar un territorio que pertenece a la Argentina desde la Revolución de Mayo de 1810.
En este contexto, la primera actividad de Peña junto a Caputo y Pompeo será rendir homenaje a los soldados ingleses caídos en la guerra de Malvinas. El tributo ocurrirá en St. Paul´s Cathedral y guarda reciprocidad con lo realizado por el canciller ingles, Boris Johnson, que hace dos semanas depositó una ofrenda similar ante el monumento a los soldados argentinos caídos en el conflicto del Atlántico Sur. Los gestos diplomáticos son simétricos y con idéntica sensibilidad histórica, al margen de las pretensiones territoriales de Argentina y Gran Bretaña.
Ese lunes 4 de junio a la tarde (hora de Londres), Peña se entrevistará con Johnson en su bucólica oficina del Foreign Office, muy cerca de St James´s Park. El jefe de Gabinete y el ministro de Relaciones Exteriores inglés abordaran la relación bilateral y la Cumbre del G20 que se hará en Buenos Aires. Theresa May, premier británica, ya confirmó su presencia en la Argentina, un hecho institucional que será inédito para la política exterior de ambos países.
Pero la gira de Peña, Caputo y Pompeo no concluye en las oficinas del pintoresco canciller británico. La delegación argentina tiene una agenda de primer nivel que incluye a los miembros más importantes del gabinete conservador, dos rondas con empresarios e inversores ingleses y una conferencia sobre el G20 que Peña protagonizará antes de volar a Manhattan, para concluir allí su gira trasatlántica junto al ministro de Finanzas y el secretario de Asuntos Estratégicos.
Peña asume funciones de canciller y ejecuta una agenda estratégica diseñada por Macri. Primero viajó a la Habana para sondear la voluntad cubana en torno a lograr una transición democrática en Venezuela. Y ahora está en Londres para asentar un modelo diplomático que no olvida el reclamo de Malvinas y busca profundizar las relaciones con Inglaterra.
Si todo se encarrilla como pretenden Balcarce 50 y Downing Street 10, no debería descartarse un viaje de Macri a Londres antes que inicie la campaña presidencial 2019.
Fuente: Infobae