Un mensaje a la oposición, una señal a los votantes en plena campaña y una pincelada de la renovada imagen presidencial. En ese orden, el diputado radical y jefe del interbloque Cambiemos Mario Negri expresó su visión de lo que será la dura pelea política que se viene. «Hay muchos sectores que quieren reafirmar la idea de que este es un gobierno que es transitorio y la geografía política mostró el fin de regímenes políticos de muchos años», aseguró.
Pegado a esa idea el diputado radical dijo a Infobae que en el caso de la desaparición de Santiago Maldonado «hay sectores que creen que usan este caso como una bandera política y sólo muestran una mezquindad aberrante». También Negri fijó la meta que tendrá Cambiemos en el futuro inmediato: «El desafío es terminar con esa idea de que cabalga siempre de que cuando el peronismo no está en el gobierno alguien que no es del peronismo está por poco». Y el mensaje que lanzó hacia la oposición fue contundente: «si no hacen las cosas bien y no se manejan con racionalidad, lo pagarán muy caro con la gente».
La visión del presidente Mauricio Macri no cambió para el referentes de Cambiemos en el Congreso. «Quizás en el peronismo esperaba que el hijo de un rico viniera a cortarle las piernas a la gente y les sorprendió», dijo.
-¿Cree que el Congreso que se viene en 2018 será más complicado para el oficialismo?
-No menos complicado que los que tuvimos en 2016 al comienzo del gobierno y logramos destrabar más de 100 leyes en base a acuerdos. Hicimos cosas racionales y demostramos que era posible transitar ese camino. Si se ratifica en octubre la elección de las PASO también se va a incrementar el número de diputados del bloque. Estaremos en 104 diputados y la legitimidad social no solo compromete al gobierno en hacer las cosas bien sino a la oposición en manejarse con racionalidad. Hay muchas asignaturas pendientes en Argentina teniendo en cuenta que hay muchos indicadores positivos. Eso requiere afrontar la crisis.
-¿Es decir que la oposición no tiene margen para hacer locuras en el Congreso?
-Creo que la oposición lo pagaría muy caro con la gente. Hay un click en esta segunda transcisión democrática que se hizo. La gente no quiere volver al pasado. Y si la oposición machacó sobre la economía de una manera tan dura y catastróficamente y la gente sabe que en algun sector esta afectada pero igual le dio un voto de confianza al gobierno, la oposición va a tener que usar mucho la imaginación. Estamos ante un desafio de la politica, la dirigencia gremial y los empresarios de construir una agenda de diez puntos centrales independientemente de quién sea el próximo presidente. Independiente si sea Macri o no sea Macri. Porque los problemas no se resuelven con el que viene sino con el ahora. En este sentido el peronismo también va a tener muchos perfiles en su etapa de reorganización. Creo además que hay una lógica de necesidad de gobernabilidad entre los gobernadores y el Poder Ejecutivo. El gobierno tiene una gran predisposición al diálogo y el presidente no está con los ojos vendados. Sabemos que no podemos vivir con endeudamiento permanente pero tampoco con deficit eterno. Eso implica una responsabilidad no solo de la Nación sino también de las provincias y los municipios.
-¿Está acabado el peronismo?
-No, nunca trato de acabar a nadie. Lo que sí hay es una idea de que el peronismo pierde en una elección y eso es siempre es transitorio. Se toma un recreo y vuelve en la próxima elección. Pero esto no sucedió en esta elección intermedia. Es la segunda que pierden y tienen que acostumbrarse más al largo plazo porque de lo contrario la desesperación de volver al poder de la que no pueden vivir los pone en una situción muy salvaje y muy fuera de la realidad. Los pone en una situación de crisis. Tienen una situación de crisis de liderazgo.Es que el único liderazgo que subsiste es un liderazgo visible en el PJ que esta vinculado al pasado que es el de Cristina Kirchner. No apareció nadie.
-¿No cree que se subestima demasiado al PJ desde el oficialismo?
-No subestimo a nadie. Un gobierno que está en minoría y llegó con fragilidad y que la sociedad le dio legitimidad es una legitimidad que tiene que ser bien administrada no malgastada. Tanto para el ejercicio del poder como para producir cambios y transformaciones. Estoy convencido de que el Presidente va a llamar al diálogo y eso no es signo de debilidad sino de responsabilidad.
-¿Ven que hay otro Macri después de las PASO? un Macri más duro con algunos sectores…
-No, es el mismo de siempre. Tiene un gran sentido del momento. Quizás esto en el PJ los desilusiona. Quizás en el peronismo esperaban que el hijo de un rico viniera a cortarles las piernas a la gente y les sorprendió. Quizás le diría que los más ortodoxos económicamente hablando estan más enojados ya que siempre esperaban que vaya en lugar de con una gillete con un bisturí y sin anestesia. Pero eso socialmente era insoportable. El gobierno eligió por el camino de la gradualidad. Con errores y aciertos. En Argentina los recuerdos de la gradualidad frente a la impaciencia social no son los mejores. Pero no hay otro camino. Eso lo demostró la gente ahora. A lo mejor muchos de los que votaron a Cambiemos no estan satisfechos con el gobierno pero sí tenían claro que no quieren volver al pasado.
-¿Cree que es hora de mostrar a un Presidente más fuerte y ajeno a la debilidad que tuvo por ejemplo De la Rúa?
-Creo que la política y el poder del gobierno hace su legitimidad convertida en fortaleza frente a una argentina en que las corporaciones sitiaron al poder en los últimos años. Parecía que la democracia debía bailar siempre al compás de ellos. En eso lo veo al Presidente en una posición estratégica en no caer en las tentaciones y sabiendo lo que pasa socialmente. Una cosa es priorizar y otra saber que hay 14 millones de pobres. Una cosa es salir de una política de subsidios inequitativos y otra producir un cambio cultural en una cultura de 12 años en donde el que estaba con mejores ingresos tenía más subsidios del que no los tenia. Una lucha fuerte contra la corrupción.
-¿Con el resultado de una eventual victoria electoral en octubre avanzarán en reformas más profundas?
-Si, pero eso no se hace a los hachazos. La crisis de la politica y la reforma política requiere del diálogo y de los acuerdos. El gobierno lo que no va a perder es la iniciativa. Incitarlos al debate. Arrinconarlos. Lo mismo con los sindicatos. No se trata de despreciar a los dirigentes gremiales pero ellos están en el Canal Volver. Se rigen con la lógica de que mientras el peronismo se organiza son ellos los que lideran al peronismo y se quedaron a destiempo. Terminamos las PASO y la respuesta fue llamar a otro paro. No es verosimil. No acompañan lo que la gente pide.
-¿Habrá recortes en el presupuesto del 2018?
-Vamos a ver. No conozco el presupuesto. No va a ser un presupuesto mentiroso o sobreactuado como hacia el kirchnerismo. Va a ser un presupuesto realista. Algunos esperan un recorte social. Nada de eso va a haber. Veremos cómo se discute. Porque acá no es cuestión de una carrera por ver cómo se rapiñan recursos del gobierno nacional sin asumir responsabilidades por parte de las provincias.
-Pero se habla de bajar el déficit lo cual implica recorte del gasto…
-No sé por dónde se va a ir el déficit. Se ha bajado el gasto. El déficit de la Argentina es alto en relación a la región. Cada punto de baja son 6000 millones de dólares. Se buscará el consenso. Por eso hice referencia a algun grado de responsabilidad y racionalidad de la oposición. Las provincias tienen que ayudar a bajar el déficit.
-¿Cree que el caso de Santiago Maldonado puede generar un gran problema para el gobierno?
-Este debe ser una preocupación de todos. En primer lugar del Estado para que aparezca Maldonado con vida. Pero de allí a decir de que hay un Estado que secuestra, un gobierno golpista y una sarta de disparates… El gobierno no tiene intenciones de encubrir a nadie. No deja ninguna hipótesis de lado. Pone todo lo que hay que poner. Pero algunos se pasaron de rosca y quisieron hacer una campaña política con esto. Como dijo Graciela Fernández Meijide cuando dijo que Julio López desapareció y en 12 años a nadie se le ocurrió decir que estabamos en una dictadura. Es que es tan derrapados y tan en la banquina que hay una falta de racionalidad para pedir lo que es legitímo. Creen que con esto encontraron una bandera electoral y eso es de una enorme mezquindad.
-¿Hay sectores desestabilizadores?
-Agunos lo dicen públicamente: quieren que el gobierno se vaya mañana. Algunos sectores políticos que tienen un síndrome de abstinencia de poder que los lleva a la locura de soltar la lengua y decir cualquier barbaridad. Es tan grosero que no se acomoda con la realidad. Hay muchos sectores que quieren reafirmar la idea de que este es un gobierno que es transitorio que esta de paso. Y eso lo pensaban antes de las PASO. Creían que se iba a reafirmar con un gran repunte de Cristina Kirchner con un país raquítico. Y la verdad es que la geografía política mostró otros resultados con el fin de regímenes políticos de muchos años. Y el kirchnerismo como efecto residual quedó en el conurbano.
-¿Si no están en transición entonces ustedes piensan en la reelección de Macri?
-Siempre eso se discute. Pero eso no se puede poner antes de tiempo. Es como decir que alguien ande de pijamas en mediodía. Creo que el desafío que tenemos es terminar con esa idea que cabalga de que cuando el PJ no está en el gobierno alguien que no es del peronismo está por poco por poco tiempo. Si en 2019 hacemos las cosas bien le va a hacer muy bien a la democracia. Se terminará de reafirmar por primera vez un principio de alternancia donde se va a poder gobernar mas de un turno sin algunos de los kioscos que mostró el peronismo.