Luego de una semana de incertidumbre y caída de los precios de los bonos argentinos, especialmente los que se ajustan por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), el ministro de Economía negó rotundamente la posibilidad de una cesación de pagos: “Nuestro gobierno jamás haría eso”.
A través de un mensaje en redes sociales, el funcionario aclaró que participará virtualmente y no presencialmente en uno de los foros de minería más importantes del mundo que se realizará en Canadá –Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC)- porque su compañía aérea suspendió el vuelo. Rechazó así versiones que indicaban que había preferido permanecer en el país para supervisar de cerca la actividad en los mercados financieros. La semana pasada no sólo sufrieron los bonos: el dólar y el riesgo país registraron fuertes saltos.
Mañana el Gobierno podrá testear si el mercado cree en las palabras de Guzmán: el Ministerio de Economía realizará una licitación de deuda y pulseará con los inversores sobre el nivel de tasas que valida para continuar con su programa financiero.
Los bonos CER se convirtieron en uno de los instrumentos preferidos de los inversores porque permite preservar el capital frente al avance de la inflación. El precio de esos papeles cayó la semana pasada por diferentes causas, una de ellas son las dudas respecto de la capacidad de seguir financiando vencimientos en pesos
En este contexto, y en medio de una diferencia de criterios entre Guzmán y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, la autoridad monetaria quedó a cargo de intentar recuperar la herramienta de financiamiento clave para el Tesoro y para el cumplimiento del programa con el FMI.
Por eso, el Central habría comprado el viernes unos $40.000 millones en títulos ajustados por CER, según operadores, aunque también circularon cifras mayores sin confirmación oficial para ninguna, con la intención de generar mayor demanda de los mismos y frenar así su caída.
La situación de los bonos afectaba además al acuerdo con el FMI, ya que uno de los puntos clave de esas negociaciones fue el de avanzar con una política de reemplazar la emisión monetaria por la colocación de deuda en moneda local por parte del Tesoro. La fuerte ola de ventas ocurrida en el mercado de bonos ajustados por CER reveló que esta apuesta tiene sus límites, porque la capacidad de acumulación de deuda en pesos no es infinita.
Por otra parte, para terminar con esta corrida tanto el Tesoro como el Central tendrán que subir fuerte las tasas y volverlas positivas en términos reales. Actualmente están en el 61% anual, cuando la inflación esperada ya se ubica en el 75 por ciento.
Infobae