Martín Guzmán y Kristalina Georgieva cenarán en Roma para avanzar en la negociación de la millonaria deuda externa que tiene contraída la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro de Economía y la directora gerente del FMI se encontrarán en la capital italiana tras su participación en un seminario organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales que abordará la profunda asimetría entre los estados más desarrollados y los países emergentes.
Guzmán y Georgieva ya se encontraron en Washington antes que Alberto Fernández asumiera como presidente, y en ese cónclave informal analizaron las distintas posibilidades para lograr un acuerdo que beneficie al país y no complique la estabilidad económica del Fondo. La deuda argentina es tan profunda que si decidiera caer en default, el FMI no tendría otra alternativa que anunciar también su estado formal de quiebra.
A diferencia de la época de Christine Lagarde y Mauricio Macri, adonde el guión consistía en fijar reglas de juego que implicaba sólo pagar la deuda a los acreedores privados -bonistas y fondos de inversión-, Alberto Fernández y Georgieva tiene un programa común hacia adelante: ambos consideran que los estados miembros del FMI no pueden honrar las deudas sobre la base de un ajuste económico perpetuo.
En este sentido, el presidente hace dos meses habló con la directora gerente del FMI y adelantó que estaba dispuesto a saldar la deuda contraída, pero sólo después que la economía nacional crezca lo suficiente para evitar que los pagos al Fondo signifiquen más pobreza, desigualdad y ajuste.
Al otro lado de la línea, para sorpresa de Alberto Fernández, Georgieva le dijo que tenía razón.
La sintonía entre el presidente y la directora gerente del FMI fue consolidada con un sucesión de hechos que nadie aguardaba. Francisco sumó su prestigio institucional para fortalecer este vínculo, y a continuación se añadió la influencia del premier italiano, Giuseppe Conte, que en su momento pensó e Georgieva como candidata a dirigir la Unión Europea.
El encadenamiento geopolítico para avalar la hipótesis presidencial -«solo pago la deuda si crezco»-, tuvo una nueva ratificación al saberse que la directora gerente del FMI conocía el prestigio académico de Guzman por sus investigaciones en la Universidad Columbia de New York.
Georgieva elogió al ministro de Economía cuando Alberto Fernández comentó que se haría cargo de negociar la deuda externa de la Argentina. “Eso me dio la pauta de que elegí muy bien a Martín (por Guzmán)”, comentó el presidente a Infobae.
La confianza política de Alberto Fernández a su ministro de Economía subió un nuevo escalón cuando se encontró con Francisco en la Biblioteca Vaticana. El presidente refirió al protagonismo de Guzmán en el escenario de la deuda externa, y el Papa agregó que lo conoció a través de Joseph Stligitz, premio Nobel de Economía.
A continuación, Alberto Fernández comentó a Francisco que Guzmán llegaba a Roma para participar del seminario sobre “Nuevas Formas de Fraternidad Solidaria de Inclusión, Integración e Innovación”, y que en ese encuentro académico también estaba prevista la presencia de la directora gerente del FMI.
El Papa sabía que Georgieva estaría en ese encuentro académico, y no se descarta que Francisco reciba -por separado- a dos protagonistas clave del futuro económico de la Argentina. “El Presidente le pidió al Papa que lo invite a Guzmán a tomar unos mates”, comentó un miembro de la delegación oficial a Infoabe.
-¿Y..?-, replicó este enviado especial.
-Es muy probable que suceda, El Papa leyó los trabajos académicos de Guzmán y está de acuerdo en su mirada sobre la deuda externa y los países deudores.
Al margen del posible encuentro del ministro con el Papa, aquí en Berlín confirmaron que Guzmán y Georgieva cenarán juntos en Roma, el próximo 5 de febrero. Será un primer encuentro formal, adonde ambas partes trazarán una hoja de ruta que debería desembocar en un acuerdo entre la Argentina y el FMI avalado por toda la comunidad internacional.
La cena en Roma es parte de una estrategia presidencial. Alberto Fernández busca respaldo político alrededor del mundo- México, Israel, El Vaticano, Italia, Alemania, España, Francia-, mientras Guzmán juega en el terreno explicando el programa general y sumando voluntades económicas y financieras.
Si Georgieva pensara que compartir una pasta con Guzmán fuera una pérdida de tiempo, no hubiera postergado su viaje de regreso a Washington. El ministro asume la oportunidad que tiene en una cena distendida, y fuera del foco de la burocracia que opera en DC, y por eso aguarda su reunión con Alberto Fernández para planificar su cena clave en Roma.
Guzmán ya está en Berlín, y tuvo su primer contacto con el presidente. Fue al mediodía, a los pocos minutos de arribar a Alemania desde Buenos Aires. El Presidente y el ministro conversaron sobre la cena que compartirán hoy con Ángela Merkel, la canciller de Alemania que ya adelantó su predisposición de apoyar a la Argentina en la negociación con el FMI.