Martín Liberman se presentó en la pista de Bailando por un sueño, tras haberse salvado de la eliminación la semana pasada gracias al voto telefónico.
Marcelo Tinelli anticipó que el final de la performance era muy polémico. El periodista aseguró que él no tuvo nada que ver, pero su coach, Rodrigo, sostuvo que fue el participante quien pidió ese final.
Luego, Liberman realizó la performance junto a su compañera Ana Laura López el ritmo street pop y al terminar le «comió la boca» a la bailarina. Incluso el beso siguió a pesar de que había terminado la música.
Marcela Greco, la esposa de Martín, se encontraba en el estudio de Ideas del Sur. «Nadie me dijo nada, Anita te adoro, pero el tema es entre el colorado y yo», aseguró con sorpresa la mujer del conductor.
«Yo no soy celosa, pero vení a ver cómo me beso con otra persona. Si querés llamo a alguno y te invito», agregó con ironía.
«Es una actuación de dos minutos. Yo respondo a las órdenes del coach. Que ella haga lo que tenga que hacer», le contestó Liberman.
«La coreografía duró un minuto cuarenta y hubo un minuto y cinco de beso. Ya había terminado la música y siguieron», opinó Marcelo.
Más allá del polémico beso entre el conductor y la bailarina, los miembros del jurado le pusieron un buen puntuación (19 puntos) por la performance de street pop.
