Pese al intenso frío de este miércoles, una importante cantidad de fieles concurrió por la mañana al barrio Ramos Taboada para rendir honores a Santa Rita. La celebración Eucarística fue presidida por el obispo auxiliar Enrique Martínez Ossola quien estuvo acompañado por el párroco de Cristo Rey, Gastón Cuello.
Cabe mencionar que es la primera vez que el prelado santiagueña participa de las fiestas patronales en honor a Santa Rita. Al referirse a esta festividad monseñor señaló, «Santa Rita tuvo todos los estados posibles para una mujer cristiana, o sea fue una niña a la que bautizaron, hizo su primera comunión, la confirmación, se casó, fue mamá, enviudó, perdió los hijos y después se consagró en la vida religiosa».
Agregó, «pasó muchas dificultades, su marido era violento, tuvo una relación difícil, los hijos mueren por una extraña enfermedad, el marido fue asesinado por los enfrentamientos de la nobleza de Cascia».
«Además, no la dejaban entrar en la vida religiosa porque era viuda y muchas congregaciones, aún hoy, piensan que tienen que ser consagradas desde la juventud y aun así logró su objetivo», añadió.
A la vez recordó que una astilla de la cruz de Cristo, «que se desprende le provoca un herida en la frente, y largaba un olor malsano y por ese motivo la rechazaban y se vio obligada a vivir en una forma aislada y solitaria. Son las situaciones que se van dando como difíciles en la vida de una persona y el mensaje es precisamente eseó, «.
Ossola manifestó, «ella era enamorada del Cristo Crucificado y nos enseña a todos el valor del sufrimiento, no es castigo de Dios sino cosas que podemos ofrecer para ayudar a la salvación del mundo. Segundo, nada se logra sin esfuerzo, ni un matrimonio, un trabajo, para todo necesitamos esfuerzo, sacrificio, renunciar a nosotros mismos, cuantos padres y madres nos dan lecciones de esto, que se postergan sus sueños y sus anhelos de descanso inclusive para ayudar a que sus hijos crezcan y sean lo mejor posible».
«Cuando uno ve este tipo de cosas nos damos cuenta que necesitamos testimonios como el de Santa Rita, hacerlos explícitos y conscientes de que todo esfuerzo vale la pena. Tenemos que vencernos a nosotros mismos y renunciar a muchas cosas por algo mejor», expresó el pastor de la iglesia santiagueña.
