Más de 1,4 millones de argentinos en aglomerados urbanos vive en condiciones de hacinamiento

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Un total de 232.000 hogares argentinos, en los que habitan 1.409.000 personas, viven en situación de “hacinamiento crítico”, según los “Indicadores de condiciones de vida de los hogares en 31 aglomerados urbanos”, un informe correspondiente al segundo semestre de 2019 y difundido el viernes por el Indec.

Siguiendo metodología internacional, el organismo estadístico considera en “hacinamiento crítico” a los hogares en que habitan más de tres personas por cuarto. Y si bien señala que a nivel total del país 97,5% de los hogares, que albergan al 95% de las personas, vive en situaciones “no críticas”, el poco menos de un millón y medio de personas que viven en estrecho y permanente contacto es un dato relevante en el contexto de la pandemia de coronavirus cuyo nivel de circulación preocupa al gobierno nacional y a los gobiernos porteño y bonaerense, en particular en el llamado “Área Metropolitana de Buenos Aires” (AMBA), que abarca la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos del primer cordón del conurbano.

El informe del Indec precisa a su vez que en el 84,5% de los hogares que viven sin hacinamiento crítico habitan, en promedio, menos de 2 personas por cuarto yen el 13,0% entre 2 a 3 personas por cuarto.

De los datos sobre densidad habitacional surge que más de 1,4 millones de personas en aglomerados urbanos vive hacinada. Se trata del grupo de poblaci´pon más expuesto al contagio de coronavirus

Otra sección del informe refiere el acceso a los servicios públicos, que incluye el acceso de los hogares a servicios de suministro de agua corriente y gas a través de redes públicas, y a las redes de desagües cloacales.

El 89,7% de los hogares cuenta con acceso a la red de agua corriente; el 70,4% accede a la red de gas natural y el 70,9%, a la red de cloacas. De resultas, surge que el 10,3% de los hogares no accede a la red pública de agua corriente; el 29,6% no dispone de gas de red; y el 29,1% carece de conexión a las redes cloacales.

En cambio, a nivel de personas, el 11,8% del universo relevado no tiene acceso a agua corriente, carencia que se agudiza en el acceso a cloacas (33,7%) y a gas de red (35,3%). Si se proyecta a la población total del país (urbana y no urbana), esto resulta en poco más de 5,3 millones de habitantes del país que no tienen acceso a agua corriente.

Se trata de datos agregados para 31 aglomerados urbanos que son relevados de forma permanente por el Indec, pero el propio organismo reconoce que “este indicador puede presentar resultados disímiles según región, en función de cuán extendidas se encuentren estas redes en cada territorio”. Aclara, además, que el acceso a estos servicios “no solo depende de la existencia de las redes en las inmediaciones de la vivienda, sino también de que, en caso de que existan, los hogares puedan realizar las conexiones domiciliarias”.

De vuelta, el acceso a redes de agua potable es un factor crítico para la eficacia de la política sanitaria de “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio” dispuesta por el gobierno desde el 20 de marzo pasado y que acaba de extender hasta el domingo 24 de mayo inclusive. Cómo se recordará, el gobierno y las autoridades de Salud, desde el propio presidente Alberto Fernández, recuerdan constantemente que el lavado frecuente de manos es uno de los hábitos clave para contener la circulación del virus y reducir el número de contagios.

Según los datos del Indec, hacia fines de 2019 el 11,8% de la población urbana no tenía acceso a agua potable y aproximadamente un tercio tampoco a servicio de cloacas y gas de red.

Condiciones habitaciones y pobreza

En cuanto a condiciones habitacionales, el extenso informe del Indec también releva la calidad de los materiales de vivienda, también otras condiciones que afectan o condicionan el acceso a los servicios como cercanía a basurales, existencia de desagües, inundabilidad y régimen de tenencia de la vivienda, además del grado o carencia de cobertura médica y los niveles educacionales, todas condiciones que afectan de modo directo o indirecto la transmision viral.

El universo de 31 aglomerados urbanos al que se refiere el informe abarca poco más de 28 millones de personas 9,3 millones de hogares.

Datos del Indec el cuarto trimestre señalan a su vez que la Argentina terminó el año pasado con una tasa de pobreza de 38,3% de pobreza, 8,7% de indigencia y 55,8% de pobreza infantil. Estimaciones preliminares proyectan que debido a la fuerte caída de actividad económica a partir de la cuarentena la tasa de pobreza podría ya estar cerca del 45%, a pesar de las medidas paliativas dispuestas por el gobierno, particularmente el Ingreso Familiar de Emergencia o “Bono de Anses” de $ 10.000 mensuales que deberían, en principio, alcanzar a unas 8 millones de familias, aunque aproximadamente el 50% todavía no logró cobrar el beneficio.

En valores absolutos, el número de pobres que surge del informe, referido a los aglomerados urbanos relevados por la EPH, es de 15,7 millones de personas y si se proyecta al total de la población argentina resulta en 17,2 millones de pobres. El número de indigentes o pobres extremos sería así de 3,5 millones en los aglomerados urbanos y de 4 millones en todo el pais.

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