Más de 2 millones de personas vuelven a estar habilitadas para comprar dólares

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Este mes 2,3 millones de ahorristas que compraron dólares en bancos y casas de cambio hace 90 días vuelven a tener la posibilidad de comprar divisas en blanco. De hecho, pueden hacerlo sin cupo -por el monto que sean capaces de alcanzar- y, dado el retroceso de los tipos de cambio paralelos, a un precio más barato del que pagan los minoristas en el mercado formal. Esto es porque a mediados de septiembre, cuando se endurecieron los requisitos para comprar dólares al tipo de cambio “solidario”, empezaron a pesar sobre las personas que accedieron al mercado único y libre de cambios tres meses de inhabilitación para operar en otro mercado: el del dólar implícito en activos, el dólar MEP y el dólar contado con liquidación. Y ese plazo se va cumpliendo.

Los ahorristas que usaron sus cupo de USD 200 en el mes de septiembre y que, desde entonces, no volvieron a tener acceso al dólar oficial van a quedar habilitados este mes para comprar y vender tantos dólares como quieran y sean capaces de pagar, en tantas operaciones como deseen, aunque con una espera de 48 horas conocida como “parking” que afecta a la operación de compra (no así a la de venta) del que también es llamado “dólar Bolsa”. No pueden aprovecharlo, eso si, quienes hayan tomado créditos a tasa cero en la pandemia o quienes hayan sido beneficiados por los congelamientos de cuotas de créditos UVA.

En agosto casi 4 millones de personas compraron dólares en bancos y casas de cambio. En ese entonces, lo hicieron a un tipo de cambio minorista más el recargo del 30% que surgió del Impuesto PAIS establecido en diciembre del año pasado. Al mes siguiente, el 15 de septiembre, el Banco Central (BCRA) sumó como recargo extra una percepción del 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias o el Impuesto a los Bienes Personales. Pero, además, endureció los requisitos para tener acceso a comprar USD 200 cada mes.

Entre otros, quedaron afuera de la posibilidad de comprar dólar solidario los empleados de empresas que pagaron salarios con ayuda del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), a aquellos monotributistas o independientes que tomaron créditos a tasa cero, a beneficiarios de planes sociales, personas que refinanciaron parte de los resúmenes de sus tarjetas de crédito con el programa lanzado por el BCRA en abril y septiembre, y muchos más.

Como la mayor parte de las compras de dólar ahorro se concentraban en los primeros días del mes, en septiembre la caída en la cantidad de compradores no fue tan sustantiva. Con el cepo recargado en la segunda quincena de ese mes, fueron 3,4 millones las personas que usaron su cupo de USD 200.

El recorte en la cantidad de ahorristas habilitados se empezó a sentir fuerte recién en octubre. Según datos del BCRA, sólo 1,1 millón de ahorristas pudieron usar su cupo -en muchos casos reducido porque los consumos con tarjeta en moneda extranjera se descuentan del tope de USD 200 al mes.

El endurecimiento de las trabas cambiarias de septiembre se combinó con una regulación previa, la Comunicación A 7030 del BCRA que regía desde el 28 de mayo de este año y que establecía que quienes compran dólar oficial no pueden comprar dólar MEP por los siguientes 90 días corridos y, a la inversa, que quienes compran dólar MEP no podrán comprar dólar oficial por los siguientes 90 días corridos.

Así, hasta 2,3 millones de personas que compraron dólares en el mercado formal en septiembre y que no pudieron hacerlo en octubre por el endurecimiento del cepo, quedaron totalmente afuera de cualquier mercado cambiario en blanco. Pero este mes, de acuerdo al momento en que cada uno hizo su última compra de dólar “solidario”, esos potenciales compradores pasan a estar habilitados a operar dólares MEP sin límite alguno.

Y esa posibilidad de regresar a un mercado cambiario registrado cuyas operaciones no pueden tener reproche alguno ni de la AFIP ni de la Ley Penal Cambiaria se da en un curioso momento. El dólar MEP, es decir, el costo por dólar de adquirir divisas en ese mercado paralelo y legal, cayó ayer por debajo del precio del dólar minorista después de impuestos.

Ayer, el dólar MEP o dólar Bolsa cerró a $139,91. Si bien ese valor no tiene en cuenta los costos de comisión, que pueden agregarle algunos centavos al tipo de cambio, es la primera vez desde diciembre del año pasado que ese costo por billete que está implícito en las cotizaciones de bonos cae por debajo del valor al que se pueden conseguir divisas en los bancos. Comprar dólares para ahorro en el Banco Nación, por ejemplo, cuesta $143,14 a precios de ayer jueves.

A la compra y venta de dólar MEP se puede acceder a través de cuentas en sociedades de Bolsa (hoy se las conoce como agentes de liquidación y compensación, Alyc) o a través de cuentas de inversión de bancos que ofrecen la posibilidad de operar bonos soberanos. La operación puede sonar compleja para personas no habituadas al mercado de capitales, pero es sencilla y las sociedades de Bolsa interesadas en captar clientes la facilitan todo lo posible.

Para adquirir dólares, una vez que ya está abierta la cuenta de inversión en el banco o en la sociedad de Bolsa, sólo hay que transferir los pesos que se quiera cambiar. Una vez que los fondos están disponibles para operar, cuestión de minutos, lo que sigue es usar los pesos para comprar bonos soberanos en dólares. Hoy el más usado es el Bonar 2030, que cotiza en pesos bajo el código AL30. Para minimizar el tiempo de espera de la operación, es clave comprar en una modalidad en “contado inmediato” y no con liquidación a las 24 o 48 horas.

Concretada la compra de bonos, los títulos se acreditan en la cuenta de inversión de inmediato. Pero lo que sigue es esperar. Rige, en la actualidad, un período de parking que obliga a mantener los bonos comprados con pesos en cartera durante dos días antes de poder venderlos a cambio de dólares.

Superado el período de parking viene el paso siguiente, que es vender esos bonos pero a cambio de dólares. Para hacerlo, se recurre a un código distinto del mismo bono. En este ejemplo es el mismo Bonar 2030 pero operado bajo el ticker AL30D, que es el código que se utiliza para la operación en dólares de ese papel. Operado en contado inmediato, para que la transacción sea en el momento, la venta a cambio de dólares acredita las divisas en la cuenta de inversión.

En ese punto, la operación cambiaria queda concretada. Pero si el objetivo es contar con los billetes físicos en la mano, todavía quedan algunos pasos más. El primero es transferir los dólares desde la cuenta de inversión a una cuenta bancaria en dólares tradicional, lo que se puede hacer de inmediato. Y lo último, lo más engorroso, es retirarlo por ventanilla en el banco.

La habilitación también sirve para vender dólares, algo que en general no se destaca pero es uno de los grandes problemas de las trabas cambiarias. Si los ahorristas van al banco a vender sus divisas, porque por ejemplo necesitan hacer frente a un pago imprevisto, las entidades les pagan $80,88 por unidad. O sea, más de 40% de lo que sale un dólar en el mercado formal.

En el MEP, mediante el proceso inverso (compra de bonos con dólares y reventa a cambio de pesos), pueden obtener un precio cercano al del mercado libre o blue, aunque totalmente en blanco.

Límites

Con todo, hasta el mercado de dólar MEP sigue vedado para algunos ahorristas. Como detallan las declaraciones juradas que las sociedades de Bolsa hacen firmar antes de una operación, quedan excluidas aquellas personas físicas que hayan recibido créditos a tasa cero o que hayan visto congeladas sus cuotas de créditos ajustados por UVA o refinanciación de tarjetas de crédito en abril o septiembre 2020. Tampoco quienes, como empleadores, recurrieron al ATP, entre otras trabas.

No puede comprar MEP quien mantiene vigente un “Crédito a Tasa Cero” acordado en el marco del artículo 9° del Decreto N° 332/20, quien resulta beneficiario como empleador del salario complementario establecido en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción (ATP) o quien mantiene vigentes financiaciones alcanzadas por el beneficio del punto 4 de la Comunicación “A” 6949 o el art. 2 del Decreto 319/20, que congela cuotas de créditos.

Matías barbería/ Infobae

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