Un paso fundamental concretaron hoy Liliana y Federico en su objetivo de constituir una familia, ya que la Justicia provincial les otorgó la guarda con fines de adopción, a una niña de 5 años, con quien están vinculados desde hace un tiempo.
Para ello, se reunieron la titular del Juzgado en lo Civil y Comercial de Monte Quemado, Dra. Valeria Díaz; la Dra. Vanessa Saravia, a cargo de la Secretaria de ese organismo y la Dra. Lia Cabrera Moisés, asesora tutelar subrogante, en representación del Ministerio Público de la Defensa.
La pequeña, junto a sus pretensos padres adoptantes, ambos docentes y de 45 años, dialogaron con la magistrada, quien tomó la decisión formal de otorgar la guarda a partir del análisis y contacto que mantuvo con ellos y los informes que confeccionaron profesionales que componen los equipos interdisciplinarios del Registro Único de Adopción (RUA) y de la Subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (SUBNAF).
Respecto a esta medida, la jueza opinó que «tener una familia es un derecho fundamental de todo niño, niña o adolescente. La adopción es un acto de amor a la vida y es, también, es una forma de asegurar el acceso a ese derecho».
«Hoy -continuo- gracias al trabajo en equipo del RUA y la SUBNAF y la vocación de adoptar de Liliana y Federico, pudimos garantizar a la niña el cumplimiento efectivo de su derecho a vivir en familia».
Cabe señalar que el expediente Nº 174818 comenzó a instruirse a partir de la intervención que tuvo la SUBNAF, que había solicitado oportunamente una medida excepcional, que implicó retirar a la entonces beba del ámbito de la familia biológica para su resguardo.
La niña, oriunda del departamento Copo, actualmente tiene 5 años y cursa el último año del Nivel Inicial. Debido a que los pretensos padres adoptivos residen en un barrio de la capital santiagueña, es que la magistrada constituyó despacho en el Salón de Acuerdos del Palacio de Tribunales. En la ocasión, estuvieron presentes familiares directos de los adoptantes y la coordinadora del Registro Único de Adopción, Dra. Carolina Agüero.
Un momento muy esperado
En diálogo con el Área de Prensa del Poder Judicial, el papá adoptante afirmó: “Siempre ha sido deseo nuestro constituir una familia, con el anhelo de tener un hijo. Por cuestiones biológicas, no se ha podido tenerlo de forma natural. Entonces, de común acuerdo con mi señora, hemos decidido anotarnos en el RUA y no tener límite con respecto a la edad del niño o niña, a la hora de adoptar”.
En otro tramo de su declaración, ponderó positivamente la labor de los equipos interdisciplinarios, al decir que “siempre estuvieron acompañándonos, porque si bien ha sido muy larga la espera, de casi tres años o cuatro años, ellos nos siguieron alentando a seguir adelante”.
“Hoy es un día muy especial porque yo creo que se termina de cerrar este hermoso trámite que hemos comenzado”, esbozó con una sonrisa.
Por su parte, la mamá adoptante contó que “ella es la primera hija. Estamos muy contentos y muy felices por todo lo que hemos vivido. Miramos hacia atrás y es un camino de satisfacción. La decisión de formar una familia por adopción es un privilegio de amor”.
En cuanto a la experiencia vivida hasta llegar a obtener la guarda con fines de adopción, reveló que “al principio, ha costado un poco el desapego de la familia de acogimiento, porque ella venía con un antecedente de cuatro años y medio conviviendo con ellos. Por eso fue grande el desafío, tanto para ella como para nosotros”.
Sin embargo, esas dificultades se superaron. “El vínculo se ha ido fortaleciendo, se ha ido construyendo un amor mutuo entre ella y nosotros. Seguimos sosteniéndola en esta vinculación y familiarización que estamos transitando, apoyándola en todos los aspectos: desde lo emocional, lo físico, el cuidado de su salud. Es importante que ella pueda sentir que pertenece a esta familia y reconocerse como hija”, aseguró.