Los amagues de independencia terminaron. Otra incertidumbre en Juntos por el Cambio finalmente quedó despejada. Mauricio Macri logró que su primo Jorge se encamine a ser el único candidato que presentará el PRO en las internas, que todavía no tienen fecha ni formato.
Era en unos de los pocos temas en el que el ex presidente no era ambiguo. Lo decía en privado y en público. Quería que el renunciado intendente de Vicente López, Jorge Macri, sea el candidato único que el PRO presentara a las primarias. Interpretaba el ex presidente que el minado de aspirantes era un desafío deliberado a ese objetivo: que el apellido Macri volviera al Ejecutivo.
El “maxikiosco”, como lo llama con picardía nada inocente Jorge Asís, es la cuna política que Mauricio Macri no quería perder. Todavía no se perdona cómo le arrebató Juan Román Riquelme su otro nido, su otra casa, el club Boca Juniors. Ahí está dispuesto a volver a poner el cuerpo, incluso en una lista. Y en la Ciudad de Buenos Aires, también, pero sin ser candidato. O serlo a medias.
Siempre hicieron campaña juntos
Los acontecimientos políticos, en concreto, se precipitaron en los últimos días. Macri anunció en la tibia mañana del domingo que no volvería a competir por la primera magistratura, dejando el camino abierto para que Larreta y Patricia Bullrich -más lejos, María Eugenia Vidal- disputen la pelea de fondo. Y este jueves, en otra apacible mañana, anunció el jefe de Gobierno la aceptación del único pedido del jefe político del PRO.
Cambio de ritmo
La noche del lunes que pasó, en una entrevista televisiva, Larreta había reconocido que el tema había sido tratado en el encuentro. “Quedamos con él en trabajar y ver los candidatos del PRO. Le vamos a dar preeminencia a los candidatos del PRO, que dentro de Juntos por el Cambio es nuestro partido, en eso coincidimos, en ver cuál de los candidatos estará mejor posicionado”, dijo el jefe de Gobierno.
Y, más revelador es el tiempo que planteó Larreta: “Tampoco es hoy, faltan tres meses para el cierre de listas. Está Jorge Macri, Fernán Quirós, que es un lujo como ministro de Salud; Soledad Acuña, que fue la ministra que defendió las escuelas abiertas, y Jorge que fue intendente de Vicente López”.
Notable ausencia de elogios y una descripción que, más que empatizar con los porteños, lo ubicaba al primo en un no lugar. Vicente López, claro, es provincia de Buenos Aires, el distrito que hasta el año pasado siempre anunció su vocación por gobernar. Youtube está lleno de videos con Jorge Macri promoviendo su candidatura y la necesidad de “ponerse la camiseta bonaerense”. No podrá ser.
Interna abierta
La decisión, de todos modos, dispara una interna. Es que Jorge Macri tiene, además de rivales políticos, enemistades manifiestas. Lo ven en la administración actual como un cuerpo extraño, sapo de otro pozo. Los 16 años de controlar un gobierno -primero como jefe de Gabinete y después en el Ejecutivo- no pasaron en vano. Por eso el interés de Macri -Mauricio, claro- en garantizarse una victoria. A Quirós, Acuña y el propio Martín Lousteau se los veía como prolongadores de un estilo de larretismo, desde lo político, lo ideológico y, sobre todo, lo “material”.
El ex presidente, con Jorge Macri, vuelve a recuperar para el apellido la “nave nodriza” del PRO.
Ese movimiento le generará fuertes tensiones hacia los otros heridos del PRO. Es que Fernán Quirós siempre dudó en el verdadero sentido de su candidatura. Sospechó que iba a ser una pieza en un tablero y no quería cumplir ese papel. Igual Acuña, que se reconoce con los pergaminos suficientes para encabezar una boleta.
Bajarlos ambos para levantarle el brazo a Jorge Macri le exigirá una capacidad de convencimiento y propuestas acordes al desaire. Ya Emmanuel Ferrario, el promisorio vicepresidente de la Legislatura porteña, mostró la semana pasada el camino que les espera: irse silbando bajito.
Pero queda abierto un cabo suelto: Lilita Carrió. La líder de la Coalición Cívica anticipó que si Larreta retira a su candidato, el médico Quirós, su partido presentará otro postulante.
Entonces, la línea de candidatos quedaría: Jorge Macri (PRO), Martín Lousteau (UCR), Ricardo López Murphy (con apoyo de Patricia Bullrich), uno por Republicanos Unidos (¿Roberto García Moritán?) y otro por la Coalición Cívica.
La duda que queda abierta es si Jorge Macri representa, además del apellido que porta, la esencia de Juntos por el Cambio en la ciudad autónoma. Hasta este año, los porteños nunca eligieron a un intendente bonaerense como jefe de Gobierno.
Fuente: infobae