Marcos Peña invitó a almorzar en su despacho con vista Paseo Colón. Estuvo la cúpula de la Unión Cívica Radical (UCR), menos su titular Alfredo Cornejo que está enfrentado con Mauricio Macri, y se acordó una estrategia común para evitar que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner venzan sin contemplaciones en los comicios del 27 de octubre.
La derrota de Juntos por el Cambio abrió un proceso inédito en la coalición de gobierno, ya que Peña decidió incluir en las decisiones políticas de fondo a la UCR, hasta ahora marginada en la campaña presidencial que se diseñaba en el primer piso de Balcarce 50.
En el almuerzo convocado por Peña estuvieron los gobernadores Gerardo Morales y Gustavo Váldez, los legisladores Mario Negri, Luis Naidenoff y José Cano, y el ministro Rogelio Frigerio. Ocurrió antes de la reunión de gabinete convocada por Macri para analizar la situación económica tras la crisis de los mercados financieros.
La comida entre el jefe de gabinete y la UCR sirvió para compatibilizar conceptos respecto a la campaña electoral: Peña se inclina por las redes sociales, los radicales por recorrer barrios y hacer discursos de barricada. Ambos socios quedaron en hacer un mix de métodos proselitistas para tratar de poner a Macri en la segunda vuelta presidencial.
No fue casualidad que Cornejo, titular de la UCR, no estuviera en el cónclave. Cornejo tiene diferencias con Macri y Peña, y optó por hacer una gira oficial por Costa Rica, en lugar de volar a Buenos Aires y mantener reuniones con las principales figuras del gobierno nacional.
Está previsto que el lunes próximo, Mauricio Macri convoque a la comisión de Acción Política para profundizar la hora de ruta hacia los comicios del 27 de octubre. En este contexto, como viene sucediendo durante toda esta semana, la cúpula de la UCR concurrirá a esa reunión para fijar posición ante una estrategia electoral que no dio resultado durante las PASO.
