Mendoza se prepara para una elección que pone en juego el futuro de la provincia

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El sábado previo al domingo electoral, la ciudad de Mendoza amaneció soleada con el cielo limpio. El pronóstico local indica que el mercurio trepará hasta los 23°C. Idéntico tiempo se espera para el día de la votación. “Ni idea qué es lo que se vota mañana”, responde Karen, remisera mendocina, ante la pregunta de un pasajero. “La verdad es que estoy todo el día trabajando y me enteré esta semana que había elecciones”, agrega la mujer de 38 años. Su declaración es otra de las tantas que dan síntomas de apatía política.

Mendoza cerrará el largo calendario electoral de provincias que desdoblaron su votación local de la nacional. 1.488.736 mendocinos elegirán mañana al próximo gobernador de la quinta provincia más poblada de Argentina, clave por su peso productivo y por la presencia de recursos naturales estratégicos. “No rinde nada la plata acá, es carísimo vivir”, continuó Karen con la voz gastada. Trabaja de lunes a lunes 12 horas al día arriba de un auto que alquila para el transporte de pasajeros.

“No sé muy bien quiénes se postulan, pero ojalá se dé ese cambio del que hablan”, desliza con cierta timidez la remisera. No dejó en claro a qué se refería con “cambio”, así como tampoco precisó quiénes son esos interlocutores que “hablan” al respecto. Pero en su discurso manifestó disconformidad con la actualidad. Mendoza es una de las provincias en las que Javier Milei arrasó en la elección nacional. Sin embargo, el comicio local tiene dinámica propia y es improbable que la ola libertaria incida directamente en el resultado de este domingo.

Luego de cuatro meses de campaña, tras las PASO del 11 de junio, la contienda se presenta polarizada entre el oficialista Cambia Mendoza, que lleva como candidato a gobernador al senador radical Alfredo Cornejo, y La Unión Mendocina, frente heterogéneo que candidatea al diputado nacional Omar De Marchi, otrora presidente del PRO mendocino.

A Cornejo y a De Marchi los une lo mismo que los separó. Son dos ex intendentes, referentes políticos provinciales, líderes en sus respectivos partidos, la pertenencia nacional a JxC y, como componente principal de la tensión, la vocación de poder para llegar al Sillón de San Martín, asiento que tiene como característica la unipersonalidad del cargo. En los sistemas presidenciales no hay espacio para doble comando del Poder Ejecutivo.

Cornejo y De Marchi integraron como fundadores el frente Cambia Mendoza. Incluso, estuvieron juntos cuando el dirigente radical gobernó la provincia entre 2015 y 2019. Ese último año, el ex intendente de Luján de Cuyo pretendía disputar el poder al radicalismo local, compitió en las PASO contra Rodolfo “Rody” Suárez y perdió 70% a 30% la interna. El diputado nacional apuntó contra el cornejismo porque consideró que el “aparato” de la UCR inclinó la cancha hacia Suárez y mencionó que el sistema electoral, de lista sábanas, lo había perjudicado. De cara a 2023, la provincia adoptó la Boleta Única Papel como instrumento de votación. Empero, esa modificación institucional tampoco saldó las diferencias intestinas.

La pelea provincial se acrecentó en plena interna nacional de JxC, entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. De Marchi había sido ladero del bullrichismo hasta 2021, pero en 2023 se convirtió en armador nacional del larretismo. Eso marcó su distancia política de la ex ministra de Seguridad. En cambio, Cornejo es posiblemente el radical más cercano a Bullrich, con buena relación también con Mauricio Macri. En ese marco, la disputa provincial se nacionalizó y los niveles de tensión escalaron al máximo a principios de este año.

En abril del 2023, a días del cierre de listas local, se confirmó la ruptura de JxC en Mendoza. Cornejo quedó como candidato a gobernador de Cambia Mendoza, mientras que De Marchi se abrió y constituyó La Unión Mendocina, una alianza integrada por dirigentes del PRO, del radicalismo, el Partido Demócrata, el Partido Libertario y el Frente Renovador.

Como en Mendoza no hay reelección, Cornejo fue sucedido en 2019 por Rody Suárez. No obstante, su incidencia política en la gestión y en el poder provincial es superlativo. El ex gobernador fue el candidato más votado en las PASO del 11 de junio y Cambia Mendoza encabezó la votación. Sin embargo, Luis Petri, dirigente radical y actual compañero de fórmula de Bullrich, se postuló como una lista interna del oficialismo y logró una buena performance, logrando el 17% de los votos. Por eso, Cornejo trabajó durante la campaña hacia el 24 de septiembre para garantizarse retener los apoyos que logró Petri.

De Marchi, en tanto, buscó también disputar parte del electorado de Petri, que no eligió a Cornejo, e intentó pescar en la pecera de votantes que se ausentaron en las PASO o que eligieron a expresiones que quedaron a fuera de carrera o, bien, muy relegadas.

Además de Cornejo y De Marchi, también compiten Omar Parisi con el sello Elegí Mendoza, como expresión mendocina que sintoniza a nivel nacional con Unión por la Patria. Lucas Ilardo, compañero de fórmula de Parisi, es dirigente de La Cámpora, y cuenta con el respaldo de Anabel Fernández Sagasti, senadora nacional de Mendoza ligada a Cristina Fernández de Kirchner. El resto de los candidatos son Lautaro Jiménez, del Frente de Izquierda, y Mario Vadillo, del Partido Verde.

A su vez, la provincia renueva integrantes del Poder Legislativo, que es bicameral. Se elegirán 19 senadores y 24 diputados provinciales. En tanto que once municipios elegirán este domingo intendente y concejales, entre ellos la capital.

Los principales temas en discusión en esta elección son la gestión de los recursos naturales estratégicos de la provincia, como la exploración y explotación minera, la administración hídrica, la generación de empleo y oportunidades para el sector productivo, la seguridad, la salud y la educación.

Fuente: infobae

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