Mendoza vota gobernador en la última elección antes de las generales

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Fue un sábado particular, ayer en Mendoza, con temperaturas que rondaron los 30º y un amenazante viento zonda que fue bajando desde la Cordillera para instalarse en la zona del Valle del Uco y Malargüe hasta llegar al llano, incomodando el acto comicial con esa clásica persistencia que provoca todo tipo de molestias de salud.

Los cuatro candidatos aprovecharon la jornada para trabajar puertas adentro con sus equipos. Rodolfo Suárez (Cambia Mendoza), Anabel Fernández Sagasti (Frente Elegí), José Luis Ramón (Protectora Fuerza) y Noelia Barbeito (FIT) tuvieron una semana muy agitada con los cierres de campaña y la sucesión de debates que se realizaron desde el jueves de la semana pasada en una provincia que se destaca en la Argentina por su orden y calidad democrática. Quizás porque su espejo es Chile y no la convulsionada Ciudad de Buenos Aires, sede del gobierno nacional.

Las elecciones en Mendoza son desdobladas -es decir, no tienen lugar al mismo tiempo que los comicios nacionales- porque el gobernador Cornejo modificó una ley que así lo establecía en abril de 2017. En consecuencia, se fijó un calendario propio para la provincia. En ese entonces, hasta el ministro de gobierno provincial, Lisandro Nieri, admitió que “eso no significa que no pueda modificarse y adherir al calendario electoral nacional», cosa que finalmente no se hizo.

Así, hubo PASO para elegir candidatos el 9 de junio. En esa oportunidad Suárez, en línea con lo esperado, le ganó holgadamente a su contricante, Omar De Marchi, el intendente de Luján de Cuyo que fue propuesto por el PRO. También compitió Fernando Armagnague. Sacaron 29.46%, 12.15% y 1.28% respectivamente. En total, Cambia Mendoza obtuvo 42.89%.

La sorpresa en las PASO la dio Fernández Sagasti, que en forma muy ajustada le ganó al intendente de Maipú, Alfredo Bermejo, un dirigente de peronista tradicional con una gestión valorada incluso fuera de su ciudad que era el favorito en las encuestas. Obtuvieron 18.33% y 17.31%, respectivamente. Sumando sus votos, el peronismo (Frente Elegí) llegó a 35.64%.

Por su parte, Ramón obtuvo el 7.29% de los votos y Barbeito el 3.36%.

Suárez tuvo en su campaña el respaldo activo del gobernador Cornejo. Mendoza es una de las pocas provincias argentinas donde no hay reelección (la otra es Santa Fe), así que lo habitual es que el mandatario saliente impulse un delfín, que es bien favorecido si su gestión está bien posicionada en las encuestas. En toda la provincia hay innumerables gigantografías con la foto de Suárez y Cornejo, por eso se dice que su estrategia fue “provincializar» su candidatura.

Sagasti también logró un gran respaldo. Su cierre de campaña, que tuvo lugar el martes en Luján de Cuyo, contó con la presencia del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández. Junto a el aterrizaron nueve gobernadores peronistas (Sergio Uñac, Gustavo Bordet, Rosana Bertone, Alicia Kirchner, Domingo Peppo, Gerardo Zamora, Sergio Casas, Mariano Arcioni y Juan Manzur), más gobernadores y vicegobernadores electos, junto a otros referentes como Axel Kicillof, Matías Lammens y Natalia de la Sota. Después de la contundente victoria en las PASO nacionales, Sagasti “nacionalizó” su estrategia y se posicionó en la campaña bajo el slogan “Anabel y Alberto” en la cartelería.

Mauricio Macri, en cambio, fue invisibilizado por la campaña de Cambia Mendoza. Al punto que Suárez denunció como “campaña sucia” la aparición de carteles con su imagen al lado del Presidente. En Luján de Cuyo, incluso, donde militantes kirchneristas repartían boletas truchas que incluían una foto del Presidente, tuvo que intervenir la policía luego de que militantes oficialistas amenazaran con pegarles.

Sagasti, por su lado, también tuvo su estrategia de ocultamiento. Invisibilizó a Cristina Fernández de Kirchner, algo que le sirvió para ganar las PASO en el peronismo, pero ya no para la general, así que nunca más apareció con la actual candidata a la vicepresidencia.

La fecha de la elección a gobernador, 29 de setiembre, también fue motivo de debate en la campaña. Es que en medio de la veda electoral, se transmite la publicidad obligatoria para las elecciones nacionales, que Suárez también juzga negativa para su candidatura.

Los cuatro candidatos al Sillón San Martín, en Mendoza. Fernández Sagasti, Suárez, Ramón y Barbeito.

Tanto es así que Cambia Mendoza se presentó ante la Junta Electoral para pedir que la suspenda durante los días de veda en la campaña local del viernes, sábado y domingo, “para no confundir al electorado”. Sin embargo, la justicia electoral local se declaró “incompetente”, ya que se trata de un ámbito de competencia de la justicia electoral nacional.

El 11 de agosto Fernández le ganó a Macri en la elección nacional, también en Mendoza. Y ya hay expectativa con lo que pueda suceder. Antes, está la estación para la elección al gobernador, última instancia electoral antes del 27 de octubre.

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