Mercedes Aráoz renunció este martes a la vicepresidencia de Perú y a la presidencia interina del país que le encargó el Congreso, tras la disolución del Parlamento dispuesta por el mandatario peruano, Martín Vizcarra.
A través de una carta difundida en su cuenta de Twitter, Aráoz se dirigió al titular del disuelto Parlamento, Pedro Olaechea, para informarle sobre su renuncia irrevocable al cargo de segunda vicepresidenta de la República debido a que «se ha roto el orden constitucional» en el país.
Justificó su decisión a raíz de que la OEA instó este martes al Tribunal Constitucional peruano a dirimir si la decisión de Vizcarra se ajusta a la carta magna, en vez de intervenir en la controversia.
«Considero que no hay las condiciones mínimas para ejercer el encargo que me dio el Congreso de la República», explicó.
Agregó: «Deseo profundamente que nuestra patria supere esta grave crisis institucional, para el bien de todos los peruanos, especialmente de los menos favorecidos que son los más perjudicados por la irresponsabilidad de los políticos».
La economista y exministra de 58 años cambió de parecer sobre su rechazo a la propuesta de adelantar las elecciones generales (presidenciales y legislativas) y ahora es partidaria de ella.
«Espero que mi renuncia conduzca a la convocatoria de elecciones generales en el más breve plazo por el bien del país», tuiteó.
Luego de que el Congreso le rechazara dos mociones de apoyo, Vizcarra decidió disolver el Parlamento el lunes por la noche. Horas más tarde, el Congreso suspendió al presidente y nombró a Aráoz como su reemplazante, lo que introdujo a Perú en una situación llamativa, aparentemente con dos máximos mandatarios.
Finalmente, el nombramiento de Aráoz perdió fuerza el martes por la mañana, cuando las principales fuerzas institucionales peruanas le dieron su respaldo a Vizcarra y la propia Aráoz no cosechó el reconocimiento internacional.
Según sondeos, el Congreso no tiene el apoyo popular, ya que cerca del 90% de la población lo rechaza.
Con información de EFE, AFP y Clarín