Por unas horas, Lionel Messi salió del túnel de las sombras de Barcelona, donde es juzgado por su salario y sus actitudes y donde, en el campo de juego, no brilla como en el pasado. La Pulga donó al Museo de Arte de Cataluña (MNAC), situado en la ciudad condal, los botines con los que batió el 22 de diciembre un récord que llevaba 46 años de vigencia, al marcar su 644º tanto en un solo club.
Ese día, el rosarino superó la marca de Pelé en Santos. Marcó el tercero de la victoria de Barcelona por 3 a 0 sobre Valladolid por la liga de España y rompió la marca de 643 que ostentaba O Rei desde 1974. Semanas después de esa obra, tuvo un bonito gesto.
Desde ahora, ese calzado será exhibido en la Sala Oval del museo catalán durante un mes; tiempo después, en abril, será subastado con fines benéficos.
En el acto de entrega de los botines Messi fue muy claro: «Alcanzar este hito histórico de 644 goles en el mismo club me da mucha alegría, pero lo más importante es devolver algo a los niños que luchan por su salud».
Según se supo, los fondos obtenidos serán destinados a asistir a niños víctimas de enfermedades oncológicas, y también a sus familias, mediante el programa Arte y Salud, de la institución española. La iniciativa comenzó a ser instrumentada en 2018, junto al Hospital de la Vall d’Hebron y el Instituto Catalán de la Salud.
Este sábado, Barcelona jugará con Alavés por la 23ª fecha de la liga de España. Se trata del último encuentro del equipo culé antes de enfrentarse con Paris Saint-Germain, este martes en el estadio Camp Nou, por los octavos de final de la Champions League.
La Nación