La serie “Old Enough” -“Mi primer mandado”, es el título en español con el que lo difunde Netflix- probablemente tendrá el corazón de algunos padres en la boca… Es que el show muestra las primeras aventuras sin el cuidado de un adulto de pequeños de tan solo 2 o 3 años para realizar tareas como comprar alimentos, caminar 1,5 kilómetros hacia y desde su casa, y viajar en el transporte público por sí mismos.
Las cámaras siguen al niño desde la distancia mientras realiza los recados y los retos que le plantean sus padres y los creadores del programa.
La serie japonesa ha sido un éxito en la televisión local durante más de 30 años y la primera temporada ya está disponible en Netflix Se trata de contenido se filmó en 2013. Cada segmento, que varía entre ocho y 20 minutos, se centra en un niño.
La duración de los episodios se explica por el enorme nivel de preparación que conlleva cada tarea. Todas las rutas de los recados son inspeccionadas por los padres y el personal de producción, para comprobar que no haya caminos peligrosos o “personas sospechosas”. Los niños son elegidos tras un laborioso proceso de selección, el equipo de cámaras y el de seguridad se esconden para que los niños no los descubran y todos los vecinos de la zona son informados de la tarea, para que no se asusten y llamen a la policía cuando vean a un niño de cuatro años vagando sin rumbo por las calles.
En el episodio inicial, Hiroki, un adorable niño de 2 años, es enviado a un supermercado local. Su madre le envía a la misión con un billete de 1.000 yenes (USD 8) en el bolsillo. Le dice que compre pasteles de pescado, curry y un ramo de flores.
La versión de Netflix utiliza subtítulos para traducir los comentarios. Hiroki lo consigue, y el orgullo del pequeño por sus acciones y el aumento de su confianza son conmovedores de ver. Ha demostrado una gran independencia y se ha ganado una palmadita en la espalda de sus padres.
Las aventuras de los niños en “Old Enough” están cuidadosamente planeadas por la producción y sus familias con mucha antelación. Si algo fuera mal, los equipos de cámara y de seguridad están capacitados para intervenir.
Parte del atractivo es la capacidad del programa para infundir confianza a los niños. Todos tienen entre dos y seis años, y casi siempre están muertos de miedo cuando salen por primera vez. Con razón, porque caminar un kilómetro y medio hasta una tienda solo puede ser una perspectiva aterradora para un niño pequeño. Sin embargo, el gran golpe de efecto que suele llegar al final es un nuevo orgullo por sus habilidades. Los niños tuvieron una aventura, no les ayudaron, y lo hicieron.
La serie, sin embargo gerea polémica. Mientras algunos ven adorables niños cumpliendo objetvos, otros entran en pánico al observar a los pequeños solos en la jungla urbana.
Tanith Carey, reconocida autora de libros sobre paternidad, afirmó a Insider tener grandes dudas sobre el programa. “Apoyo ampliamente la idea de que hay que enseñar a los niños a hacer más cosas por sí mismos”, dijo. “Cuando los niños se sienten seguros de sí mismos, se refuerza su autoestima”. “Pero -y este es un “pero” muy grande- las tareas que los adultos les piden que realicen tienen que ser apropiadas para su desarrollo”.
Y agregó: “Se equivoca al convertir a los niños pequeños en figuras divertidas y reírse de ellos pidiéndoles que realicen tareas para las que no están preparados desde el punto de vista del desarrollo”, dijo.
En cambio, para Lenore Skenazy, presidenta de Let Grow, una organización sin ánimo de lucro que aboga por la independencia de la infancia, la serie le parece motivante. “Es agradable encender la televisión y ver un programa en el que los niños hacen recados y son felices y tienen éxito”, dijo Skenazy. “No es otra temporada de ‘Ley y Orden’ en la que son secuestrados cuando están fuera”.
Describió la cultura de crianza en Japón como más relajada que en Estados Unidos. “En Estados Unidos, sólo vemos a los niños como si estuvieran en peligro”, dijo. “Si alguien viera a un niño de 5 o 4 años -y más aún a uno de 2- caminando solo desde el parque, le daría un ataque al corazón y llamaría a la policía”.
Fuente. infobae