El senador peronista Miguel Ángel Pichetto estará al frente de la comisión del Consejo de la Magistratura de la Nación que investiga a los jueces nacionales y federales. Es uno de los lugares de mayor relevancia del organismo y Pichetto será designado mañana en ese lugar por decisión del macrismo y tras la «rosca política» por el reparto de los cargos.
Este jueves a las 10 horas será el primer plenario de la nueva integración del Consejo, cuyos miembros juraron hace dos semanas. Se trata de una nueva etapa con un fuerte peso político. Además de Pichetto estarán los diputados Graciela Camaño (Frente Renovador) y Eduardo «Wado» De Pedro (Frente para la Victoria); el macrismo tendrá mayoría y está cerca de tener los votos para imponer todas las decisiones; y se llega tras el acuerdo de todos los peronismos en Diputados para quitarle un lugar al oficialismo.
El presidente del Consejo será el juez Ricardo Recondo, quién ya ocupó el cargo en otra etapa. De diálogo con el presidente Mauricio Macri y el ministro de Justicia Germán Garavano, Recondo cuenta con el apoyo del macrismo. Se define y lo definen como un «hombre de acuerdos», el juez fue funcionario del gobierno de Raúl Alfonsín en la década del 80. La vicepresidencia será para la abogada Marina Sánchez Herrero.
Los otros jueces del Consejo, Juan Manuel Culotta y Alberto Lugones, se quedarán con la presidencia de dos comisiones. Culotta estará al frente de Selección, la más importante para el mundo judicial porque allí se tratan los concursos para elegir a los jueces. Y Lugones estará en Administración y Financiera. La actualidad la marca como una comisión sensible para el Poder Judicial. Allí se va a analizar el tema del impuesto a las Ganancias.
Lugones ya presentó una nota para que se suspenda la aplicación del fallo de la Corte Suprema que avaló una ley que impone el tributo para los jueces que asumieron a partir del 1 de enero de 2017. El juez pidió que antes se reglamente la norma.
Para la cuarta comisión del Consejo -Reglamentación- todavía no se definió la presidencia. «No la pidió nadie», coincidieron dos consejeros ante la consulta de este medio. «Es la menos relevante», agregaron. Allí podrían ir uno de los abogados, Juan Pablo Más Vélez o Sánchez Herrero, o una de las senadoras, Ada Rosa del Valle Itúrrez de Cappellini (del Frente Cívico de Santiago del Estero) u Olga Inés Brizuela y Doria (de la UCR).
Desde que se conoció que Pichetto fue designado por el bloque que preside en el Senado para ir al Consejo varios consejeros señalaban que por su rol político a nivel nacional debía tener un cargo importante. Y después de la presidencia del cuerpo -que por tradición nunca es encabezado por un político- lo más relevante es la Comisión de Disciplina y Acusación.
– ¿Por qué darle a un opositor un cargo tan importante si el oficialismo tiene los votos para designar a quién quiera?- le preguntó Infobae a un hombre del Gobierno que maneja los temas judiciales.
– Pichetto es un opositor razonable. Siempre se acordó y hay diálogo. Además, tiene experiencia y su voto y el de Itúrrez de Cappellini pueden ser los que nos den la mayoría – contestó el funcionario.
– ¿No hay temor que ante un año electoral pueda jugar desde allí en contra del Gobierno?
– No. Además lo importante en las comisiones son las mayorías.
Y Cambiemos y sus aliados tendrán mayoría en todas las comisiones del Consejo. Así podrán llevar al plenario del organismo dictámenes de mayoría.
La presidencia de una comisión tiene la importancia de que su titular las convoca e impone los temas a tratarse, más allá de que sus integrantes pueden juntar voluntades para reunirse o discutir temas. Pero el presidente tiene un as: el voto doble en caso de empate en una votación.
«Miguel quiere esa comisión», le dijo a este medio una persona que trabaja con Pichetto. «Es un lugar de mucha visibilidad», agrega y pone un ejemplo: «¿Mañana todos con quien van a querer hablar? Con Miguel».
La referencia es porque el primer tema de impacto político-judicial que tiene el Consejo estará en la Comisión de Disciplina y Acusación. Es el pedido de juicio político al juez federal de Corrientes Carlos Soto Dávila, sobre quien pesa una orden de detención que no se puede concretar porque tiene fueros.
Soto Dávila está acusado de darle protección a un organización de narcrotraficantes de Corrientes a cambio de dinero. Mañana será indagado por el juez federal Sergio Torres, quien lo investiga y le pidió al Consejo que avance en su juicio político para destituirlo y así poder detenerlo.
Por estas horas en el Consejo se trabajaba para que mañana mismo se apruebe la citación para que Soto Dádvila de explicaciones sobre la acusación. Es el primer paso antes de resolver su suspensión en el cargo y su envío a juicio político.
Desde el Senado, Pichetto fue clave para el Gobierno en la facilitación de la aprobación de las leyes que quería sacar el Poder Ejecutivo. «Es un hombre institucional», lo definen y resaltan su buena relación con muchos jueces, especialmente los federales, entre ellos Claudio Bonadio, quien tiene la causa de los cuadernos de la corrupción.
Su llegada a Disciplina y Acusación significa un cambio de color político. Hasta ahora estaba presidida por el diputado del PRO Pablo Tonelli.
Las negociaciones por los cargos se dieron en las últimas semanas entre todos los sectores del Consejo y quién las encabezó fue Juan Mahiques, el representante del Gobierno en el organismo.
El Consejo está integrado por 13 miembros y entre propios y aliados cuenta con siete votos. Son los de Mahiques, los jueces Recondo y Culotta, la senadora Brizuela y Doria, los abogados Más Vélez y Sánchez Herrero y el diputado Tonelli. Siete es el número que se requiere para aprobar los temas que no necesitan mayoría especial.
La mayoría agravada son nueve votos y se necesitan para aprobar el envío a juicio político de un magistrado o para un concurso de jueces. Para llegar a ese número el macrismo apuesta al diálogo con los senadores Pichetto e Itúrrez de Cappellini.
Eventualmente podría sumar a Diego Molea, el representante de los académicos y quien sería el vicepresidente de la Comisión de Selección. De esa comisión depende la Escuela Judicial que se vincula con las universidades, el sector del que viene Molea.
El macrismo iba a tener ocho consejeros pero perdió la banca del radical Mario Negri. Fue porque todos los peronismos y otros bloques chicos de la Cámara de Diputados se unieron, juntaron más firmas y se quedaron con dos de las tres sillas que Diputados tiene en el Consejo.