
El Presidente nombró a los cuatro representantes argentinos en el directorio de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) con gestos hacia dos aliados: el senador peronista correntino Mauricio “Camau” Espínola y el diputado misionero radical Martín Arjol.
De estos nombres hay que prestar atención a dos: Palma y Arrechea.

La bancada provincial tuvo una merma importante a finales del año pasado. El entrerriano Edgardo Kueider fue expulsado de la Cámara por inhabilidad moral luego de que se lo detuviera en Paraguay intentando ingresar con USD 211 mil.
El PJ de Corrientes, actualmente intervenido, pedirá al Consejo Nacional que preside Cristina Kirchner la expulsión de Espínola por “estafa electoral”, ya que fue electo por el peronismo y hoy se lo cuenta como uno de los senadores del oficialismo.
De Arrechea era, hasta su designación, el presidente de la UCR misionera. Encabezó la lista que se quedó con el control del órgano partidario en 2024. Llegó a ese sitio por ser uno de los referentes más cercanos al diputado nacional Martín Arjol. Que pase a ser funcionario del Gobierno libertario es otro golpe al radicalismo.
Arjol fue uno de los tres diputados que el Tribunal de Ética de la UCR expulsó a fines del año pasado por votar en el Congreso a favor del Gobierno nacional y en contra de proyectos que el propio radicalismo impulsaba. El único integrante del cuerpo partidario que se opuso a la remoción fue Ricardo Barrios Arrechea, pariente del titular de la UCR de Misiones.

En 2023, Arjol había sido candidato a gobernador por Juntos por el Cambio. Cayó derrotado por una amplia mayoría ante el Frente Renovador de la Concordia.
La propuesta para que De Arrechea, ex concejal de Posadas, ocupe ese lugar estaba sobre la mesa desde diciembre. Pero se mantuvo bajo siete llaves hasta que salió el decreto. Con anterioridad, la Casa Rosada le había solicitado a Arjol nombres para colocar en cargos nacionales menores en la provincia. Pero, hasta esta oportunidad, se había negado a promoverlos para evitar que se considerara su acompañamiento a la administración Milei como un toma y daca. La EBY, por su peso específico en la región, es algo cualitativamente distinto.
La designación obligó a De Arrechea a renunciar a su cargo partidario. En su nota de dimisión, marcó cuál entiende que es el camino que tiene que seguir el partido de Yrigoyen y Alem: “Estoy convencido de que la Unión Cívica Radical debe ser protagonista del proceso de cambio que hoy atraviesa la Argentina, apostando a la transformación de las estructuras que han frenado el crecimiento del país durante años”.
El decreto 53/2025 también aceptó las renuncias de dos consejeros que habían sido designados durante el gobierno de Alberto Fernández: Gustavo Canteros y Ricardo Valenzuela.
Fuente Infobae