El paisaje en Sacha Pozo es totalmente distinto al que presenta año a año, el polvaderal cambió por una tenue llovizna y una fría mañana que no impide para nada la llegada de sus fieles a la capilla a dar gracias a Nuestro Señor San Gil.
Desde las primeras horas de este primero de septiembre, los promesantes se hicieron presente para agradecer o pedir algún milagro al «Santo de los pobres».