Cien mujeres del Frente de Todos comparten un grupo de Whatsapp. En el intercambio de chats discuten sobre políticas públicas, gestión y feminismo. Las cien ocupan algún cargo importante. Están las ministras, secretarias y subsecretarias de Estado, desde la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; a la ministra de Justicia, Marcela Losardo, la de Seguridad, Sabina Fréderic; y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. Forman parte del grupo autoproclamado “Mujeres gobernando” que decidieron conformarse como un equipo permanente que ponga en jaque los resabios de machismo en el Gobierno. Están incluidas las altas funcionarias del Frente de Todos, muchas de las cuales tienen despacho en la Casa Rosada y acceso al despacho del presidente Alberto Fernández y están las de segunda y tercera línea en la gestión.
Entre las ‘rebeldes’ están la vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca, junto con la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, por cuyas manos pasan todos los decretos y resoluciones presidenciales. También la titular del INADI, Victoria Donda, y la secretaria de Deportes, Inés Arrondo, ex Leona y primera mujer en ocupar ese cargo. Otras de las funcionarias que están son Macarena Sánchez, futbolista, jugadora de San Lorenzo y ahora titular del Instituto Nacional de la Juventud y Malena Galmarini que es la primera mujer en estar al frente de la empresa AYSA. Hay también economistas como la doctora Mercedes Dalessandro, actual Directora Nacional de Economía y Género en el Ministerio de Economía; Cecilia Nicolini, integrante del Consejo de Asesores del presidente e impulsora de la iniciativa; la subsecretaria de Asuntos Parlamentarios e integrante del albertista grupo Callao Cecilia Gómez Mirada y Alicia Soraire secretaria de Abordaje Integral del Ministerio de Desarrollo de la Nación.
Aunque visibles y emponderadas, ninguna de todas ellas calla las actitudes que les molestan. Sin que haya reclamos excesivos en los últimos días hubo roces entre los hombres y las mujeres del Gobierno nacional. El primero fue el 28 de diciembre tras la difusión de una foto sobre el encuentro entre Alberto Fernández y la multisectorial donde en el medio centenar de empresarios, sindicalistas y representantes de organizaciones sociales sólo hubo tres mujeres presentes. Como esa foto, en muchas hay sólo varones.
Pero la del Día de los Inocentes molestó especialmente porque en las organizaciones sociales hay objetivamente muchas mujeres. Vilma Ibarra hizo público el malestar de inmediato y detrás suyo otras integrantes del Ejecutivo. El hashtag que viralizaron fue un tirón de orejas. En campaña, para saltar la grieta, los equipos de comunicación propusieron #Escontodos. Esta vez el pedido de inclusión fue femenino: #Escontodas, respondieron sobre una imagen que no representa, advirtieron, la realidad.
Sin embargo las funcionarias, sin importar el escalafón, salieron del chat y se juntaron este jueves, justo siete días después de que Alberto Fernández compartiera con su gabinete una jornada de capacitación en políticas de género.
Hubo un reproche casi unánime porque en la comunicación de la gestión “las fotos parecen de vestuario de fútbol”. Las fuentes difieren respecto a si se habló o no de los partidos de 9 en la quinta de Olivos donde “se juega al fútbol sin mujeres”. La única con acceso habilitado es Maca Sánchez. “Juega tan bien como un varón», la describió un funcionario al término de uno de los dos encuentros en los que el Presidente fue al arco. En el primer partido, tal vez por respeto a su investidura, no le tiraban con fuerza. En el segundo Maca Sánchez fue una de las que pateó con potencia lo que valió un comentario que los más jóvenes criticaron. “El problema no es el fútbol, es lo que sucede después”, comentó una secretaria de Estado que sabe que relajados, asado de por medio, los hombres generan una camaradería que les permite conversar sobre algunos temas de otra manera.
Ayer, por primera vez en un mes, varias de las mujeres con altas responsabilidades en el Gobierno se retiraron de sus oficinas cuando todavía no había caído el sol. Después de varios intercambios de mensajes el grupo de las cien acordó encontrarse en Diagonal Norte 511, sede de la Secretaría de Gestión Pública y Empleo. Ana Castellani, secretaria de Estado, ofició de host y las esperó con café y galletitas. Las invitadas aportaron budines y mate.
En Casa de Gobierno debe haber sorprendido que Vilma Ibarra saliera cerca de las seis cuando nunca se va antes de las 9 o 10 de la noche. La ministra Gómez Alcorta no participó porque estaba de viaje en Chaco aunque mandó un mensaje y la representaron integrantes de su cartera, entre ellas la cordobesa Cecilia Merchán. Tampoco fue de la partida Malena Galmarini y otras funcionarias que se excusaron por tener compromisos imposibles de cancelar. Inés Arrondo y su jefa de gabinete, Jorgelina Bertoni que como ella fue Leona, llegaron sobre el final, apenadísimas por no haber podido terminar antes otra reunión.
Todas regresaron a sus casas visiblemente contentas. Tras discutir un par de horas acordaron pedir fotos del Gobierno que no parezcan de “vestuario masculino” (así dijo una de las presentes) y que se incluya a las mujeres.
Hubo coincidencia absoluta en pedir paridad en las reuniones y paridad en los actos de Gobierno.
Varias tomaron la palabra para proponer armar redes, acompañarse y ayudarse a construir vínculos que permitan hacer más fluida la gestión entre ellas. Algunas, con extensos currículums, señalaron que sería bueno pedirse ayuda entre ellas y prestar atención no sólo a las políticas públicas sino también a la paridad en las reuniones. Ibarra solicitó la palabra, como la mayoría de las presentes, y propuso que en cada evento en el que estén no se retiren sin marcar lo que falte. “Señalemos que no se han convocado mujeres, digamos que esperamos que la próxima reunión sea más auspiciosa y haya más mujeres”, dijo, palabras más o menos la funcionaria que justamente se ocupa de leer minuciosamente cada palabra de los decretos que se firman en el gobierno nacional. “Hay que visibilizar e invitar”, subrayaron.
Optimistas, varias destacaron a Infobae que en este encuentro, inicial según manifestaron, buscaron ponerse en contacto y “celebrar la llegada a espacios de poder de tantas mujeres con agendas políticas, económicas, sociales, de ampliación de derechos”.
“Hablamos de la necesidad de que la perspectiva de género atraviese las políticas públicas en todos los ámbitos”, contó una de ellas que propuso “transformar las formas de ejercer en la gestión pública posiciones que han sido históricamente ejercidas por varones y tienen formas masculinas”. Más de una de las presentes ocupa precisamente lugares habitualmente del sexo opuesto. “Es clave para que haya más mujeres en cargos jerárquicos”, se dijo.
A pesar de las deudas que manifestaron hacia el género las “mujeres gobernando” subrayaron que “este gobierno está tomando en serio la participación política de las mujeres”. Una de las organizadores se mostró exultante. “El encuentro superó toda expectativa”, concluyó ante este medio cuando finalizó la reunión y mientras sumaba más nombres al chat de cien.
En alguna de las tantas conversaciones que vienen teniendo, hubo quien sugirió organizar alguna actividad deportiva para que el fútbol de Olivos no sea la única manera de distender y tender puentes.