El hecho registró una persecución policial, disparos y la muerte de dos agricultores. Sucedió en Tafí del Valle, provincia de Tucumán. Y luego todo se trata de acusaciones e historias encontradas. Un caso policial conmovió a toda la provincia, dejó a una familia devastada y provocó que el fiscal de la causa ordenara la detención de 16 policías y cinco civiles.
El hecho se produjo en la tarde del domingo y el saldo fue la muerte de Oscar Martín Moreno, de 53 años, y su hijo Oscar Orlando, de 28, por parte de fuerzas policiales.
Para los agentes de seguridad se trató de un enfrentamiento posterior a un control de tránsito rutinario; para la familia, fue una emboscada por parte de los uniformados y todo se reduce a un problema por el pago de un auto comprado.
«Es una injusticia que Dios haya hecho esto. Yo no merecía que me castigue así, me llevó el pilar de la casa. Vivían regando día y noche, todos los vecinos saben. Eran personas trabajadoras, no tenían maldad con nadie», se lamentó la viuda de Oscar Moreno, MAribel Zenteno, en declaraciones al diario La Gaceta.
La versión policial
Los agentes de seguridad detallaron en su informe que, durante un control de rutina en la zona de Rodeo Grande, se detuvo a un Volkswagen Vento gris para solicitar la documentación a su conductor. Una vez iniciado el diálogo, la policía alega que los integrantes del vehículo se negaron a mostrar los papeles, se bajaron del auto y se retiraron. Minutos más tarde, reaparecieron con varias personas, con las que habrían agredido a las fuerzas de seguridad y hasta se robaron un arma reglamentaria. Así huyeron en el Vento y otros vehículos.
Después de que se inicie la persecución y de que los Moreno se vieran acorralados, la Policía afirmó que padre e hijo y sus allegados iniciaron los disparos contra las fuerzas de seguridad, quienes también respondieron con fuego.
La versión de la familia
La historia que cuentan los familiares es muy diferente a la redactada en el parte policial. También es mucho más compleja. La familia de los fallecidos aseguró que formó parte de un hostigamiento y extorsión por parte de altos directivos policiales de la zona.
La familia dice que el padre y el hijo se encontraban en la tribuna de la cancha de San José Fútbol Club viendo al equipo de su barrio, Peñarol, cuando ambos fueron increpados por un policía que los intentó detener.
«Ellos habían comprado un VW Vento usado y un tal Velasco, que es comisario en Simoca, era el cobrador, el recaudador. Este Velasco les cobraba las cuotas del auto todos los meses y les sumaba otro monto fijo que era una coima para que no le quitaran el vehículo. A su vez, Dardo Romano, el comisario de Tafí del Valle, también les pedía dinero para no secuestrarles el auto porque no tenían hecha la transferencia», detalló la abogada de la familia, Natalia García Salemi.
La familia aseguró que, una vez que la policía se acercó a los Moreno, les reclamó un dinero para ese tal Velasco. «El policía le dice que Velasco quería plata, que hace mucho que no le daban plata y que la necesitaban, sino le llevaban el auto», explicó la viuda. Y agregó: «Parece que se enteraron de que hace poco vendimos la cosecha y pensaban que teníamos plata».
Una vez sucedido el incidente, padre e hijo se retiraron de la cancha y su familia ya nunca volvería a verlos con vida. «Orlando no aparecía en casa después de un rato, por lo que salimos a buscarlo. Y estaba muerto. Lo mataron a mi marido también», relató Zenteno entre angustia.
El trágico hecho causó conmoción en todos los vecinos de la zona, que se acercaron a la casa de la familia Moreno para apoyar a la madre y los hermanos de la familia, que se encontraban devastados.
Los 21 detenidos, 16 de ellos policías, ya fueron trasladados desde la comisaría de Famaillá hasta el Centro Judicial Monteros para declarar ante el fiscal Jorge Echayde, quien lleva la causa.
Aún se espera poder recoger el testimonio de otros hinchas de Peñarol, que se habían acercado a la cancha de San José para alentar a su equipo, para tratar de analizar cómo se inició el problema.