Los jóvenes de la Casita de San Miguel, un centro de rehabilitación de adicciones en la ciudad santafesina de Rafaela, no salen de su asombro luego que, aparentemente, la Eucaristía sudara sangre mientras rezaban.
Uno de los chicos notó que se empañaba el vidrio del Santísimo, inmediatamente fue a buscar al encargado y, al regreso, se encontraron con la Eucaristía sudando algo que parecía sangre.
El Padre Suppo y el Obispo de la Diócesis decidieron retirarlo, dado que se había convocado mucha gente en el lugar.
La Eucaristía será enviada a Roma para que el ente especializado en análisis científicos determine si se trata de un milagro.
Matías Arrieta/Cadena 3
