En la jornada del sábado, en las instalaciones de la Escuela Normal «Doctor José Benjamín Gorostiaga» se desarrolló una Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. La actividad se concretó bajo el lema «Ánimo, levántate, Él te llama». En la oportunidad, el obispo diocesano Vicente Bokalic instó a los jóvenes presentes a experimentar el amor de Jesús.
La jornada culminó con la Santa Misa, la cual fue presidida por monseñor Bokalic. En su reflexión el pastor de la iglesia santiagueña manifestó, «el grito de Bartimeo (un hombre no vidente que fue sanado por Jesús) molestaba. Nosotros conocemos gente que son ciegas y que necesitan que los acompañen, se imaginan esas personas que dependen de otros, mendigos».
Más adelante agregó, «el ciego estaba al borde del camino; y Jesús andaba por allí. Él quizás escuchó algo de Jesús y cuando supo que pasaba, se dijo esta es mi oportunidad. Jesús hijo de David ten piedad de mí, le gritó».
«Cuántas veces nos cuesta decir Jesús ten piedad de mí. Porque no encontramos eco en los demás, tenemos experiencias de mucho dolor, no nos sentimos escuchados. Tenemos miedo; sentimos que nos silencian; no somos capaces de decir ten piedad de mí», añadió.
Por otra parte puntualizó, «estamos rezando por las vocaciones y la gran vocación en la vida es el amor. Es sentirse amado y amar a los demás. De hecho nuestra misión en la vida es amar, y esto lo descubrió Bartimeo en Jesús. Bartimeo se sintió amado».
A la vez sostuvo, «nosotros debemos descubrir a Jesús que está pasando a nuestro lado, que respeta nuestra libertad, sabe de nuestras cosas y quiere darnos vida. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Bartimeo encontró un camino que da mucha vida, alegría, esperanza».
Bokalic también expresó, «descubramos el camino que nos hará feliz. El amor se hace concreto en distintos estados de vida, matrimonio, vida religiosa, diácono. Todas son vocaciones de amor. La pregunta que nos debemos hacer es dónde quiere Jesús que lo ame. Dónde quiere Jesús que hoy le sirva».
Finalmente el obispo diocesano instó a los jóvenes, «a experimentar el amor de Jesús. Jesús me quiere mucho, y viene a mí a darme vida. Ánimo, levántate el Señor te quiere, es vida, es esperanza».
