El espectáculo de tango era el broche de oro previsto para la cena de gala en honor a Barack y Michelle Obama que tuvo lugar esta noche en el Centro Cultural Kirchner, en el marco de su visita oficial a la Argentina. Pero aunque todo estaba muy estrictamente estipulado en la agenda del presidente de los Estados Unidos, hubo espacio para la sorpresa. Mora Godoy se permitió saltarse el protocolo y luego de su espectacular presentación se animó a sacar a invitar a la pista a Obama, quien demostró no temerle al 2×4.
Fue hace menos de una semana que Mora Godoy y José Lugones, su pareja de baile, se enteraron que tenían que preparar una presentación para la gala que el presidenteMauricio Macri ofrecería a los visitantes estadounidenses, pero guardaron discreción por pedido expreso de los organizadores. Eligieron un tango emblemático, «La Cumparsita», que mezclaron con una versión de tango electrónico. Luego de recibir una ovación de todos los comensales, comenzaron a sonar los acordes de «Por una cabeza». Fue entonces que Mora se acercó a la mesa presidencial e invitó a Obama a seguirla mientras Lugones hacía lo propio con Michelle.
«Me decía que no sabía bailar y yo le decía que me siga. Me dijo ‘ok’ y empezó a bailar él. Lo empecé a seguir yo a él porque es muy buen bailarín», contó Mora a LA NACION, exultante tras haber vivido uno de los momentos más importantes de su carrera: bailar para dos presidentes. Mora contó que no estaba previsto que se acercara al agasajado, pero se sintió cómoda para hacerlo porque estaban «muy contentos».
«Estaba nerviosa. Siempre cuando tengo una actuación especial, y esta fue más que especial», reconoció. «Pero también estaba muy segura porque había ensayado mucho con José [su pareja de baile]», dijo. Además, contó que pudo cruzar unas palabras con la primera dama estadounidense: «La saludé a Michelle y la felicité porque el discurso de hoy fue maravilloso».
La bailarina destacó además el desempeño de Mauricio Macri y Juliana Awada como grandes anfitriones de la noche: «Los vi muy sonrientes y creo que fueron los que más incentivaron a que yo me permita sacar a bailar a Barack Obama, y José a Michelle porque estaban muy muy contentos con el agasajo. Fue una noche única y muy emocionante», concluyó.
Silvina Ajmat/La Nación