Pero una fuente policial que pidió el anonimato sostuvo a la agencia de noticias EFE que al menos dos estudiantes murieron, mientras que el portavoz del Ministerio de Salud Pública afgano, Mahammad Ismail Kawusi, confirmó a los heridos.
El rector del lugar, Mohammad Sharif Faiz, relató que «después de la explosión, algunos insurgentes entraron en la universidad y algunas personas resultaron muertas y heridas».
En estos momentos, agregó el rector, «todas las rutas que llevan a la universidad están cerradas» y la zona está acordonada.
Inicialmente se desconocía el número de atacantes y nadie se adjudicó el ataque.
La noticia se esparció rápidamente en Twitter, una red social que varias personas, aparentemente dentro de la Universidad, usaron para informar sobre la situación.
Uno de ellos es del fotógrafo afgano y ganador del premio Pulitzer, Massoud Hossaini, que tuiteó desde adentro de las instalaciones: «Socorro, estamos atrapados dentro de la Universidad Americana de Afganistán y hay disparos seguidos de explosiones. Éste quizá sea mi último tuit».
Sin embargo, el tuit fue borrado y sólo se pueden ver capturas de pantalla del dramático mensaje, pero su hermano posteó en Facebook una foto del fotógrafo herido por los estallidos de las ventanas.
Bajo el hashtag #AUAF, otra de las personas adentro, identificada como Ahmad Mukhtar, escribió: «Junto con amigos escapé y varios otros de mis amigos y profesores están atrapados adentro».
En tanto la gente siguió tuiteando. Algunos de los atrapados enviaron mensajes para pedir ayuda: «No me maten, soy inocente», escribió el profesor Ahmad F. Samin, a la vez que rogaba que «Alá salve a todos».
Amigos y familiares de los atrapados también alertaron en la red social de la situación dentro del centro, como Ahmad Naeem, cuyo hermano mayor se encontraba dentro, o Abdul Hay Sadrey, que advirtió de que varios amigos «están atrapados. No puedo hacer nada por ellos», se lamentó.
La universidad comenzó su actividad en la capital afgana en 2006 y en la actualidad cuenta con más de 1.700 alumnos, según reprodujo su página web.
El ataque se produjo luego de que el 7 de agosto último, un grupo de hombres armados no identificados secuestrara en Kabul a dos profesores, uno estadounidense y otro australiano, que trabajan en la AUAF, cuando viajaban en un vehículo desde la universidad hacia su residencia.
Afganistán vive una escalda de violencia que se profundizó este año y llevó a cifra récord el número de víctimas civiles, desde que comenzaron a ser contabilizadas en 2009.
Fuente: Telam