Escudo
del hombre y la tierra.
Árbol de amargura
que el chango
floreciera.
En el llano santiagueño
eres la única
piedra.
Por tu perfil tan duro,
por tu silencio
y por la concreción de alma que es tu santo y seña.
Cuatro veces bendita:
por las manos de los niños,
por tu dolor de espera,
por la dulzura de tus ojos negros,
por tu cara, de virgen morena.
Por que eres
tan grande y noble
como ella,
por que aun eres opaca
y vives con la luz de las estrellas,
por que al hombre,
dulcemente te entregas,
sin ningún prejuicio
sin ningún alerta…
para decirte mucho afiebrando mis palabras,
he de decirte:
_!tierra!
Autor: Blanca irurzun
Fuente: La Escuela Libertad