José Roberto Suárez Ovalle era un talentoso futbolista del Navia CF, equipo que militaba en el ascenso español. Hace algunas hora, el club informó que el jugador murió a causa de haber chocado contra una pared de hormigón, mientras disputaba un partido.
Según informaron las autoridades de la liga el joven, sin conciencia y con convulsiones, recibió atención médica por parte de un médico que se encontraba entre el público del encuentro y fue rápidamente trasladado de urgencia al hospital. El joven estuvo trece días internado hasta que murió.
«No se pudo hacer nada, fue algo castastrófico, una fatalidad, uno de esos accidentes imprevisibles», describió Venancio Martínez, un médico que se encontraba casualmente viendo el partido de los juveniles. El impacto del joven contra una pared se escuchó en todo el campo, y heló la sangre a todos los presentes.
El diario La Nueva España describió la situación: En el campo se desató el caos. Los padres, preocupados, acudieron corriendo para tratar de ayudar; algunos niños, impactados al ver la sangre y el estado de postración en el que estaba un jugador tan sólido y fuerte como «Muro», se tiraban al suelo llorando. Entre los asistentes al encuentro estaban los propios padres de «Muro», José Manuel y María Pilar, y también su hermana Noelia. Mientras el padre acudía corriendo para ver el estado de su hija, la madre se quedó al otro lado del campo junto a la niña, que lloraba desconsoladamente.
El presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, Maximino Martínez, también lo recordó «es una desgracia, una tristeza para el fútbol regional».