Una vez finalizada la primera edición de la Superliga, transcurrido el receso por el Mundial, los clubes que componen la Primera División de nuestro fútbol se enfrentan al desafío que propone la combinación entre el número de equipos participantes y el calendario. Con 26 integrantes en la elite, todas las opciones de organización quedan a mitad de camino. A saber:
1-Un torneo largo a dos ruedas de agosto de 2018 a junio de 2019 da un total de 50 fechas. Inviable.
2-Dos torneos cortos con los 26 equipos divididos en dos grupos y duelos interzonales. En análisis.
3-Un certamen a una rueda de 25 fechas y un torneo bonus track que lo complemente, más allá de la Copa Argentina. En esta variante ve la luz una nueva Copa: la Copa de la Superliga.
¿De qué se trataría la criatura en estudio? De un torneo símil Copa Argentina, de eliminación directa, en el que solo participarían los equipos que disputan la Superliga. Para nutrir el cuadro y que alcance los 32 contendientes, existe la posibilidad de incorporar a los clubes mejor posicionados en la presente temporada de la B Nacional.
De esta manera, con la Superliga (capítulo dos), la Copa Argentina y la Copa de la Superliga se completaría el año de competencia sin forzar un torneo de Primera extra large o tener que volver a los torneos cortos. Es, de todos modos, una opción en estudio: en la reunión de Comité Ejecutivo de la Superliga, desarrollada esta tarde, fue uno de los temas tratados y seguirá siendo desarrollado en los próximos encuentros. Particularidades del certamen en ciernes: no otorgaría plaza para competencias internacionales, pero sí tendría validez de título oficial. Y una estrella más encima del escudo, claro, no es para despreciar…
