Natalia Oreiro tiene 31 años de carrera. Comenzó como modelo en Uruguay -su país natal- cuando tenía 12. Y cuatro años después, a los 16, viajó a la Argentina en donde debutó como actriz. Tiene una extensa trayectoria ya que protagonizó varias ficciones que hasta el día de hoy se siguen repitiendo en otros países y también realizó incontables recitales por el mundo llevando su música. En Rusia -solo por dar un ejemplo- la aman y llena teatros.
Sin embargo, después de tanto años de carrera -y cientos de entrevistas realizadas-, a sus 43 años reveló por qué no le gusta hacer teatro de texto. Está claro que sabe pisar un escenario y lo hace a la perfección. Pero cuando le llega la propuesta, la evita.
¿Por qué? Ella misma lo contó durante una transmisión en vivo por Instagram con Florencia Peña, quien le sugirió que debían trabajar juntas. “¡Un musical! ¿Vos no tenés ganas de hacer un musical? ¿No te gustaría?”, preguntó la actriz a su colega esperando una respuesta satisfactoria, basada en su experiencia como cantante.
“A mí hay una… no, me…, le…», comenzó a titubear Oreiro para luego cerrar su idea: “Le tengo miedo al teatro”. “¿En serio?», respondió Peña sin poder ocultar su sorpresa. “Yo digo que le tengo respeto, pero en realidad lo que tengo es…”, señaló la cantante haciendo con sus manos el gesto de “temor”.
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“Hice teatro una sola vez cuando era muy chica y no tuve una gran experiencia con la persona que nos dirigió. Una persona no amorosa y yo me sentí un poco abandonada», explicó entonces Natalia Oreiro sobre sus sensaciones al tener que realizar una obra de texto o un musical. “Pero también es una excusa. Creo que en algún momento estaría bueno. Hay una comedia musical que me gustaría hacer”, continuó y manifestó sus deseos de interpretar a Mary Poppins.
De todas formas, expresó su entusiasmo para poder hacer un proyecto de ese estilo en algún momento de su carrera. “Esa cosa mágica que sucede de algo que se hace casi todas las noches, pero diferente… Porque si bien haces lo mismo, depende del público. El público reacciona de una forma diferente. A mí me gusta mucho el vivo, cuando estás con el público, me gusta sentir la energía del otro”, destacó.
“Lo que pasa es que cuando canto, yo logro conectarme con la gente. En el teatro, si hago eso, me pierdo. Mi miedo es perderme la letra”, admitió y le preguntó a su colega: “¿Nunca soñaste con olvidarte la letra?”.
Escuchando atentamente las palabras de Natalia, Florencia asintió: “Sí, cada vez que estás por estrenar soñás eso. Cuando hago musicales, por ejemplo, pienso que no pusimos la coreografía”.
Durante la distendida charla entre las talentosas actrices, ambas coincidieron en que, además de trabajar juntas, deberían sumar la experiencia de la otra a sus respectivas carreras. “Vos haces más cine y yo hago más teatro porque cuando estoy haciendo teatro me cuesta un montón hacer cine. Yo tendría que hacer más cine y vos tendrías que hacer más teatro”, sugirió Florencia Peña a Natalia Oreiro.