Natalia Oreiro, que terminó de filmar su última película sobre la vida de Gilda, recordó cuál fue su peor momento mediático. «Desde que a los 18 años una pareja se presentó diciendo que eran mis padres, nada de lo que puedan decir falso de mí me puede afectar», dijo contundentemente.
«A los 18 años tuve algo bastante mediático, cuando unas personas hicieron un reclamo por mi identidad. A partir de ese momento, no hay nada falso que puedan decir sobre mí me afecta», recordó Natalia en diálogo con Catalina Dlugi, en La Once Diez.
Luego, relató cómo fue aquel doloroso episodio: «En ese momento estaba haciendo 90-60-90 Modelos y vino un señor a decirme que era mi papá, yo le mostré una foto de mi mamá porque somos muy parecidas y él empezó a sacar documentos. Lo que sentí en ese momento es que temía que ayudar, sabía perfectamente lo que había pasado en la dictadura, yo no tenía ninguna duda sobre quiénes eran mis padres».
«Me hice un estudio de ADN sin avisarme a mis padres que dio negativo y esta gente se puso mal y entonces fueron a los medios a decir que el estudio estaba fraguado. Por suerte mis padres no se enojaron conmigo y me entendieron, nos hicimos más estudios, que dieron negativos», agregó.
El próximo 15 de septiembre, Oreiro estrenará su última película, Gilda, no me arrepiento de éste amor. La fecha coincide con el 20 aniversario de la muerte de la cantante: «Soy fan de ella desde hace muchos años y luego empecé a soñar con interpretarla en cine, pero tardó bastante tiempo, su familia pensaba que no era el momento y es más que entendible y finalmente Lorena Muñóz, la directora pudo juntarse con ellos, expresar nuestra admiración y aceptaron».
Para realizar su papel, la actriz se juntó con amigos de la cantante de cumbia y con los músicos, que además participan del largometraje. «Nosotros tratamos de transmitir su calidad humana, Miriam mamá, maestra jardinera».
