“La pasión por la música nació a los nueve años. Fui concertista de guitarra y di conciertos desde los quince años en Radio Nacional, Municipal y también en publico, y después comencé a estudiar piano”, dijo Nelson Castro luego de realizar una emotiva interpretación clásica en el instrumento musical armónico donde demostró parte de su otra faceta, hasta ahora desconocida por muchos de sus seguidores.
“Toco mucha música clásica, pero también me gusta lo popular. Le dedico una hora todos los días, trato de hacerlo sobre el mediodía, y es un cable a tierra fenomenal porque la música es un regalo de la vida”, sostuvo el doctor y periodista ante la consulta de Juana Viale sobre cómo nació esta pasión.
Periodista, médico y perpetuo estudiante de dirección de orquesta, Nelson Castro es mucho más que un habitué del teatro y lo considera uno de los grandes patrimonios culturales de la Argentina. “La primera vez que fui al teatro Colón tenía 14 años. Me acuerdo perfectamente, vi a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Pedro Ignacio Calderón, en el abono de los lunes, que empezaba a las 21. Yo vivía en Urquiza, mis papás me dieron permiso para ir con otro amigo, así que viajamos en el 140, que me dejaba a una cuadra de mi casa”, había señalado en una entrevista Castro.
“No era mi primer concierto, yo ya iba a conciertos desde los 13 años. En aquel concierto la Filarmónica hizo Scherezade como obra de fondo, que me resulta fascinante y era una de las primeras obras que escuché cuando me empezó a gustar la música clásica, así que me acuerdo del teatro lleno, y esa cosa emocionante… Siempre pienso: ‘Qué lástima que en ese momento no existía la tecnología, porque hoy en día estaría registrado en una selfie’”, lamentó en esa oportunidad.
Sobre los gustos musicales, Nelson destacó: “Me encantan los compositores populares con formación académica. Ernesto Julio de Nazareth es un gran compositor brasileño que me encanta. Investigo sobre compositores poco conocidos. También me atrae estudiar canto, porque es un muy buen ejercicio para quienes trabajamos con la voz. Canté sólo en el coro del colegio, cuando tenía entre diez y doce años. Ahora ni tango me animo a cantar, es algo muy difícil”.
“La música es una pasión, ya que estuve a punto de desarrollar una carrera. A los 18 años tuve la oportunidad de ingresar al Teatro Colón para estudiar dirección de orquesta, pero me exigía una carga de tiempo que me hacía imposible desarrollar mis otras profesiones, como el periodismo y la medicina. La música quedó para algo amateur, pero la realizo con mucho rigor y placer”, había contado el periodista.