El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que no desaprueba la dolarización de facto que experimenta un sector de la economía del país, al considerar que el fenómeno actúa como una “válvula de escape” que aporta a la “recuperación y despliegue” de las fuerzas productivas.
“Ese proceso que llaman dolarización puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas del país y el funcionamiento de la economía. Es una válvula de escape, gracias a Dios existe”, indicó el chavista en una entrevista transmitida este domingo por la televisión privada Televen.
“Quizás lo que voy a decir puede ser un pecado para los dueños de los dogmas, pero te voy a decir una cosa: yo no lo veo mal, no lo veo mal, me declaro pecador”, añadió antes de afirmar que el fenómeno surgió por la “autoregulación necesaria” de la economía venezolana, que se contrajo más de 50 % desde 2013, según el Parlamento.
El bolívar es la única moneda de curso legal en Venezuela y desde 2003 rige un control de cambios de reserva al Estado la administración de los dólares, que ingresan en su vasta mayoría por concepto de venta de petróleo, otra actividad exclusiva del Estado.
Pero Efe ha constatado que tras la flexibilización del control de cambios en el último año buena parte de los venezolanos se ha refugiado en la divisa estadounidense para hacer frente a la rampante inflación venezolana, que este 2019 supera el 4.000 %, de acuerdo con el reporte que hace cada mes el Parlamento.
Maduro dijo al respecto que “todas las economías del mundo están dolarizadas” de alguna manera, y que en el caso venezolano, cuya moneda gozó de vigor en la década de 1970, la situación no es nueva.
“Siempre estuvo dolarizado (un sector de la economía venezolana), lo que pasa es que estuvo dolarizado con los petrodólares del Estado y ahora la autoregulación de la economía ha aparecido”, señaló.
Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero atraviesa por la mayor crisis económica de su historia moderna, que se expresa en escasez cíclica y alta inflación.
El país también ha visto acortados sus ingresos por el desplome en la producción de petróleo a cerca de 700.000 barriles diarios, el nivel más bajo en la historia de la estatal PDVSA.