Leticia Brédice ha logrado construir una importante carrera artística en el mundo del espectáculo. La actriz se definió a sí misma como una persona «transgresora y ciclotímica», pero aclaró que el público muchas veces piensa que es «bipolar y explosiva» como los personajes que ha realizado en televisión.
«Me considero vibrante, profunda y versátil… ¿Sensual? Sí. Transgresora, también, algo, y ciclotímica… no sé… No soy explosiva, ni audaz, ni bipolar, aunque esto es algo que confunde a muchos en base al personaje que hice como Simona, la bipolar de Locas de amor», aseguró la protagonista de la película 8 tiros al diario Perfil.
Durante la entrevista, Brédice también recordó su incursión en la música cuando realizó el disco Actriz y afirmó que le da vergüenza ver uno de los recitales que a veces repiten en Crónica TV: «Me da un poco de vergüenza, porque justo ése, el que filmaron, se dio un día que cumplía años y estaba triste y muchos –hasta el día de hoy– se preguntan qué había ‘tomado’ (…). Lo que pasa es que ese día no estaba bien de ánimo… Y lo hice igual, porque no necesito ninguna sustancia para estar ‘bien’; son las cosas que me pasan, las que me levantan el ánimo y, cuando estoy triste, simplemente, lo estoy y punto».
Por otra parte, Leticia criticó a sus colegas y aseguró que en la profesión hay muchos que no se preparan y eso lo ve mucho cuando va a ver obras de teatro: «Desgraciadamente… me encuentro con unos ‘bodoques’. Pero cuando uno logra ser un buen actor, la tendencia es pensar en un muy buen pasar financiero e ir sólo en búsqueda de eso puede quitarte la visión de una realidad (o de la realidad) y llevarte hacia una tendencia fantástica. A mí no me pasó, pero lo vi en la vida de otros colegas, y es una pena».
Por último, opinó que muchos actores tienen la meta de triunfar en Hollywood, pero que en el camino se olvidan de ser personas reales: «La meta de llegar a Hollywood es genial, pero pensar sólo en eso, te aleja de ser alguien real, porque se va volviendo de calles que, a la larga, te separan del entorno. Hay que estar atento con uno mismo y tener cuidado como actor en no convertirse en un caricaturista… Se ve mal que el actor desempeñe otros roles además de ese, como tener su propia empresa y además seguir siendo artista, algo que en sí mismo te pone más los pies sobre la tierra, por ser un ámbito diferente al ficcional».