Acompañada por el gobernador bonaerense y candidato a presidente por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, Cristina destacó la inversión de diversas empresas de capitales nacionales e internacionales que «apuestan a la Argentina sustituyendo importaciones» y sostuvo que esas actividades no son producto de «magia» sino de algo que se llama «administración de comercio».
«La administración de comercio no es en detrimento de ningún país. Es en pos de un equilibro global donde todos los países tenemos nuestros derechos a desarrollar nuestra industria, sin que esto implique proteccionismo», remarcó.
La primera mandataria señaló que la política de comercio internacional administrado desde el Estado, que se sostiene desde 2003, permite «que vengan las inversiones, pero no a ensamblar» y que las «empresas nacionales puedan competir en igualdad de condiciones» con el resto del mundo.
Durante el discurso que brindó en Garín, la jefa de Estado llamó a respaldar al proyecto político que se inició con la presidencia de Néstor Kirchner y continuó con la suya: «Este proyecto de cambio, transformación y crecimiento tiene que tener continuidad».
«Estoy convencida de que los argentinos vamos a seguir apostando a la transformación», resaltó la mandataria y luego enfatizó: «Nadie vota en contra de sí mismo, cada uno vota a fu favor».
«Más allá de antipatías o simpatías personales, pensemos en nuestros hijos, en lo que hemos hecho, en la sustitución de importaciones, en la generación de trabajo, en la inversión en ciencia y tecnología, esto tiene que tener continuidad y no puede interrumpirse», sostuvo.
«Los argentinos vamos a seguir apostando a la transformación, a la ciencia y a la tecnología», enfatizó, tras lo cual se refirió a lo que implica gobernar la Argentina: «Un país no se construye solo con palmaditas en la espalda y sonrisas, el que cree que es así, se equivoca. Un país se construye con instituciones que te respalden y un movimiento político que te acompañe».
Durante su discurso, Cristina también se expresó en contra de la violencia y la discriminación que sufren las mujeres, pidió «solidaridad» en el género femenino y el pronto esclarecimiento del asesinato de Diana Sacayán, la líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA), quien fue encontrada sin vida en su casa del barrio porteño de Flores.
En ese marco, se dirigió a las trabajadoras de la planta de L’oréal que presenciaron la inauguración. «Compañeras de género: si somos el 50 por ciento de la planta quiere decir que también tenemos problemas porque nos discriminamos entre las propias mujeres», les dijo y luego les pidió «lealtad entre las mujeres».
En otro tramo de su alocución, la jefa de Estado destacó la nominación de la Argentina por parte de la Agencia Internacional para la investigación del cáncer como «centro referencial de América Latina en materia de investigación, campaña y lucha contra el cáncer», entre otros centros de Brasil y México.
Cristina estuvo acompañada por el candidato a vicepresidente Carlos Zannini; el ministro de economía y primer candidato a diputado nacional, Axel Kicillof; el jefe de Gabinete y candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández; el intendente de Escobar, Sandro Guzmán; y el candidato a intendente, Ariel Sujarchuk, entre otros dirigentes.
Antes de su discurso, la Presidenta hizo entrega del Premio Internacional L´oreal – UNESCO “Por las mujeres en la Ciencia” a la Jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir e Investigadora Principal del Conicet, Andrea Gamarnik.
Más temprano, y luego de recorrer la nueva planta, Cristina mantuvo videoconferencias con distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, como Ezeiza, Mar del Plata y San Fernando.
Télam