Las autoridades municipales de Nueva Esperanza anunciaron su decisión de sumarse a las “ciudades sin reina”, como parte de las acciones a favor de “la protección de las mujeres y niñas, y promoviendo medidas que eviten la violencia simbólica”.
La decisión del Departamento Ejecutivo encabezado por el intendente Hugo Guerrero fue anunciada a casi dos semanas de los festejos por el 29° aniversario de la recategorización de Nueva Esperanza como ciudad.
La propuesta fue impulsada desde la recientemente creada Dirección de las Mujeres, Género y Diversidad, que planteó entre los fundamentos “la necesidad de que el Estado debe velar por la protección de las mujeres y niñas, quebrando el paradigma de la cosificación de la mujer y promoviendo medidas que eviten la violencia simbólica en el marco de la Ley Nº 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”.
En consecuencia, se decidió no organizar ni propiciar de manera directa o indirecta elecciones de reinas y princesas, concursos de belleza de personas y en particular de las mujeres, cualquiera sea su edad, en las distintas celebraciones locales o eventos públicos, instrumentando los mecanismos necesarios al efecto.
No obstante, la fiesta de cumpleaños -a llevarse a cabo el 18 de octubre- no perderá emotividad porque la elección de la reina será reemplazada por un justo reconocimiento a personas que “en forma individual o colectiva se hayan destacado en actividades solidarias y culturales tendientes a mejorar la calidad de vida de los barrios de esta ciudad en el período anual inmediatamente anterior a la fecha de aniversario de la ciudad”.
El objetivo -según explicó el intendente Guerrero- es promover la difusión de una cultura ciudadana, participativa, solidaria y comprometida.
Desde el municipio resaltaron también que “los certámenes de elección de reinas resultan ser discriminatorios, sexistas y propiciadores de violencia simbólica, donde solo se mira y define a la mujer por sus medidas, atributos físicos y estereotipos de belleza. Promociones de productos, iniciativas turísticas, cualquier excusa parece buena para presentar el cuerpo de la mujer como principal atracción, mujeres que encajan en un molde preciso, cada vez más jóvenes”.
Y ratificaron las convicciones de la actual gestión, de “promover prácticas más igualitarias, solidarias, garantizando que las mujeres sean situadas como personas en el ejercicio de todos los derechos y no corran el riesgo de convertirse en cuerpos para exhibir, o a donde se las haga partícipes de una cultura que las amenaza”.