«Diez, nueva ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno.. ¡Sí!», gritaron triunfales las parejas al abrirse el vallado metálico colocado por la policía en la puerta del registro civil de Manhattan, en el 141 de la calle Worth, en el sur de Manhattan.
Nancy Mertzel, una abogada de 48 años, y Yolanda Potasinski, una ejecutiva de 55, encabezaron la larga fila con cientos de parejas que esperaban desde temprano en la vereda en este edificio del sur de Manhattan.
«Llegamos a las cuatro y media de la mañana. Estaba oscuro y silencioso. El sol empezó a salir y comenzamos a sentirnos muy excitadas. La gente llegó y todo se volvió más real», dijo Yolanda justo antes de entrar al registro civil.
«Es un gran momento. Ya no somos ciudadanos de segunda clase en el estado de Nueva York», agregó, afirmando sin embargo que «queda trabajo por hacer en el resto del país».
En la fila se podían ver muchos paraguas multicolores para enfrentar el sol y el calor que sacuden a la ciudad desde hace unos días. Muchas parejas vestían trajes elegantes y otras habían optado por ropas más llamativas.
Del otro lado de la calle, en la esquina del registro civil de Manhattan, una decena de personas contrarias al matrimonio homosexual las abucheaban.
El Estado de Nueva York se convirtió el 24 de junio en el sexto y más grande de Estados Unidos en autorizar el casamiento homosexual, tras una ajustada votación en el Senado que puso fin a duras negociaciones entre demócratas y republicanos.
En total, la alcaldía de Nueva York -la ciudad más poblada del país, con 8 millones de habitantes- esperaba este domingo un récord de 823 bodas, en su gran mayoría homosexuales. Hasta el momento la cifra más alta de casamientos para un día era de 621, el 14 de febrero de 2003.
El alcalde Michael Bloomberg y la presidenta del Consejo Municipal, Christine Quinn -una homosexual militante-, habían anunciado a principios de julio que la ciudad haría un esfuerzo excepcional y abriría los servicios municipales el domingo para enfrentar el flujo esperado.
Las bodas se celebraban en las cinco circunscripciones de la ciudad: Manhattan, Bronx, Staten Island, Queens y Brooklyn.
El propio Bloomberg tenía previsto oficiar al final de la jornada el casamiento de dos de sus colaboradores homosexuales en Gracie Mansion, la residencia oficial de los alcaldes de Nueva York, una mansión del siglo XVIII ubicada en un parque en el Upper East Side.