
La cifra de víctimas a causa del terremoto de magnitud 7,7 en la escala abierta de Richter registrado el 28 de marzo en el centro de Myanmar, que sacudió también China y Tailandia, ha aumentado a 3.471 fallecidos, según las últimas estimaciones dadas a conocer este domingo por la junta militar que dirige el país asiático y que comprenden 16 fallecidos más que el balance previo del sábado.
Organizaciones de rescate locales e internacionales han socorrido a 653 personas atrapadas en edificios tras el terremoto y recuperado 682 cuerpos de entre los escombros durante las últimas horas, de acuerdo con la información del diario estatal birmano.

La lluvia está agravando la miseria y presentando nuevos obstáculos para los esfuerzos de socorro el domingo en Myanmar.
Dado que la gente ha perdido sus hogares por completo o se muestra reacia a pasar tiempo en estructuras agrietadas e inestables, muchos residentes han estado durmiendo a la intemperie en tiendas de campaña.
Alrededor de 45 minutos de fuertes lluvias y vientos azotaron las ciudades de tiendas de campaña el sábado por la noche en Mandalay, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Las personas y sus pertenencias estaban empapadas debido a la escasez de lonas, dijo a la AFP Tun Tun, especialista en programas de la agencia de la ONU.
También se teme que los edificios destruidos disminuyan y compliquen los esfuerzos de recuperación de los cuerpos.
Después de lluvias menos intensas el domingo por la mañana, se espera que la temperatura suba a 37 grados Celsius (98 grados Farenheit).
“El clima es muy extremo”, dijo Tun Tun a la AFP, con pronóstico de más lluvias.

Los expertos advierten que las condiciones lluviosas y el calor abrasador aumentan el riesgo de brotes de enfermedades en los campamentos al aire libre donde las víctimas estaban en refugios temporales.
El jefe de ayuda de las Naciones Unidas, Tom Fletcher, dijo que se necesitaban reparaciones urgentes de alimentos, agua y energía, en un video filmado en Mandalay y publicado en X el domingo.
Muchas personas en la zona siguen sin refugio, dijo, y describió la escala de los daños en la zona como “épica”.
“Necesitamos llevar tiendas de campaña y esperanza a los sobrevivientes mientras reconstruyen sus vidas destrozadas”, escribió Fletcher en otra publicación.
(con información de EP y AFP)
Fuente Infobae