Los obispos argentinos llamaron este miércoles a consolidar la democracia “cada día más” y pidieron a Dios que ayude a los argentinos a que esta senda democrática “se traduzca en vida digna, desarrollo integral, trabajo para todos, acceso a la salud y educación de calidad”.
“Reconociendo la inmensa dignidad de cada persona podemos decir que las mayores hipotecas del país siguen siendo la pobreza, la exclusión y la desigualdad”, advirtieron.
Los prelados hicieron estas afirmaciones en el mensaje “El fortalecimiento de nuestra Nación” difundido en el marco de la 118ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que se desarrolla en Pilar.
“La Patria requiere de todos un renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos en orden a generar síntesis superadoras. La grandeza de nuestra dirigencia se manifestará en este intento si sabe incorporar también los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres”, sostuvieron.
Los obispos exhortaron a desterrar la corrupción, al considerar que “no será posible un real fortalecimiento de nuestra democracia, sin una firme opción ética en los distintos niveles de la vida social, sin una real división de los poderes del Estado y una participación cotidiana y generosa de cada argentino”.
“Como ciudadanos responsables estamos llamados a formar un pueblo que, más allá de las discrepancias, sostenga referencias estables que conformen un proyecto común. Esto supone un renovado esfuerzo por superar las distintas formas de violencia y por construir la amistad social”, subrayaron.
Texto completo del mensaje
En el inicio de un nuevo período de nuestra democracia, por la cual hemos optado de manera irreversible, queremos caminar con los argentinos para consolidarla cada día más.
Pedimos a Dios que nos ayude para que la senda democrática se traduzca en vida digna, desarrollo integral, trabajo para todos, acceso a la salud y educación de calidad. Reconociendo la inmensa dignidad de cada persona podemos decir que las mayores hipotecas del país siguen siendo la pobreza, la exclusión y la desigualdad.
La Patria requiere de todos un renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos en orden a generar síntesis superadoras. La grandeza de nuestra dirigencia se manifestará en este intento si sabe incorporar también los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres.
Nos permitimos recordar que “la nueva cuestión social abarca tanto las situaciones de exclusión económica como las vidas humanas que no encuentran sentido y ya no pueden reconocer la belleza de la existencia.”1
El delito de la corrupción nos tienta a todos de distintas maneras y no será posible un real fortalecimiento de nuestra democracia, sin una firme opción ética en los distintos niveles de la vida social, sin una real división de los poderes del Estado y una participación cotidiana y generosa de cada argentino.
Como ciudadanos responsables estamos llamados a formar un pueblo que, más allá de las discrepancias, sostenga referencias estables que conformen un proyecto común. Esto supone un renovado esfuerzo por superar las distintas formas de violencia y por construir la amistad social.
Jesucristo Señor de la historia, te necesitamos. Virgen de Luján, ponemos a tus pies nuestro futuro.
Los obispos de la Argentina
118º Asamblea Plenaria
Pilar, 6 de noviembre de 2019.
AICA