Olímpico sacó pecho en su casa y le ganó con claridad a Bahía Basket por 83-64, recuperando su perfil tras la irregular última salida de visitante y demostrando una vez más su gran solidez en casa. Gigantesco partido de Justin Williams, autor de 21 puntos, 12 rebotes y 6 tapones.
Bahía demostró estar mucho más aceitado en el arranque. Mientras Olímpico exhibió varios altibajos y le faltó constancia para marcar su ritmo, Bahía logró plantar una gran defensa y explotó a través de su verticalidad. Whelan fue una clara referencia del juego plasmado por la visita, agresivo de cara al aro y desafiando a los interiores de Olímpico al convertir un par de buenas bandejas.
De todas formas, desde el marcador el trámite fue de ida y vuelta, con Bahía arrancando 5 a 0 y un Olímpico que lo dio vuelta de la mano de Williams y Phillip (9-7). La ya mencionada intensidad de Whelan, más la labor interior de Levy y un buen cierre de Juan Pablo Vaulet inclinaron la balanza a favor de los bahienses: concentración, vértigo y efectividad para llevarse el primer capítulo por 18-14 tras un doble de Fjellerup.
Olímpico trató de reencausar su camino pero el desarrollo siguió siendo muy irregular, le faltó encontrar efectividad y buenas opciones en ataque, lo que permitió que Bahía consiga aplomar su ventaja a pesar de que el local siempre se mantuvo con postura amenazadora.
Williams se hizo gigantesco con un par de defensas y tapones que anularon a Bahía, y por esa razón el marcador no terminó por dispararse demasiado. Aún así Bahía hizo negocio con sus jóvenes (Fjellerup y Whelan) y sus extranjeros (grandes pasajes de Johnson en la pintura e Ivanov con sus triples), llegando a sacar una máxima de 29-22 a mediados del parcial.
Se puede decir que los de Duró también hicieron negocio, porque a pesar de sus vaivenes se mantuvieron al acecho y aparecieron un par de oportunos triples que lo revitalizaron (Stanic y Guaita). Bahía se fue al descanso arriba por 34-33 y un panorama de lo más abierto de cara al complemento.
Bahía volvió a apretar en el arranque de la segunda mitad, a puro triples con Ramos y un exquisito Redivo como grandes protagonistas. La visita se escapó rápido en el marcador, además de lo hecho por Redivo tuvo momentos de lucidez con Johnson y Santiago Vaulet para sacar una máxima de nueve tantos (50-41), sin embargo luego se desinflaría y dejaría de correr a la contra.
Los bandeños se arrimaron una vez más, siempre al acecho y con Stanic como gran referente. El base fue un enorme responsable en la nueva amenaza santiagueña, aunque un triple de McCullough y una gran combinación entre Van Lacke-Williams terminaron por dar vuelta el marcador: 54-52 a favor de Olímpico a dos minutos del cierre del parcial.
Los bahienses pecaron con aquel parcial de 13 a 2 en contra, secos en gol y algo desencajados por la superioridad del dúo Stanic-Van Lacke en la media cancha. Los huéspedes marcador solo tres tantos en los últimos cinco minutos del cuarto, perdieron convicción en sus pases y ofensivas y eso hizo todo más fácil para Olímpico (59-53).
Williams volvió a acaparar todos los flashes con otro par de tapones fantásticos, dio el equilibrio necesario en el fondo y Olímpico sacó una máxima de diez unidades (63-53). Bahía no logró encontrarle la vuelta ni en ataque (poco repertorio y tiros apurados) ni en defensa (flojo en los boxouts), dándole ciertas credenciales a un local que se equivocó y que a pesar de esos errores no lo pagó caro.
En los minutos finales nada cambió, a Olímpico le salió casi todo lo que intentó y Bahía fue un gran cómplice de ello al perder absolutamente el rumbo. Restando 1m17s Duró rotó a sus jugadores y dio prácticamente cerrado el juego, con diferencia de dieciséis (80-64) y encaminándose poco a poco al definitivo 83-64 que decretó el regreso al triunfo por parte del puntero de la Norte.
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