Superada la tensión surgida por las diferencias salariales otorgadas al personal militar respecto al resto del personal de la Administración Pública, tanto en todas las mesas de la cena anual de camaradería de las Fuerzas Armadas el tema casi excluyente fue la reformulación de tareas para las cuales podrán ser empeñadas las FFAA y la reestructuración que en el mediano plazo el Gobierno piensa implementar a fin de tornarlas más ágiles y eficientes.
En diálogo con Infobae, el ministro de Defensa Oscar Aguad explicó que el traslado de los primeros 500 efectivos a la frontera norte, que originalmente se concretaría hoy, se verá demorado hasta el 14 de agosto a efectos de organizar puntillosamente las condiciones en que se enmarcará la tarea de los militares. «La tarea es bastante compleja en virtud de la gran cantidad de fuerzas involucradas», dijo. La demora apunta también a terminar de pulir las «reglas de empeñamiento» que tendrán como guía los efectivos movilizados y que deberán contener instrucciones claras sobre cómo abordar las distintas situaciones que se pudieran presentar en el terreno.
Consultado sobre cómo tomaron los cuadros militares las nueva asignación de funciones, el ministro manifestó: «Con mucha ansiedad por mostrar la capacidad que las estructuras militares tienen para brindar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad, sobre todo en lo que tiene que ver con lucha contra el narcotráfico y mejorar nuestra prestación en las fronteras».
Infobae le preguntó a Aguad su opinión respecto a las voces que critican el nuevo empleo de las fuerzas militares. «Hay mucha hipocresía y falsedad en las declaraciones de algunos opositores. No se puede criticar lo que no aún no se ha puesto en práctica, dicen que vamos a hacer control social, que vamos a intervenir en ciudades y todo eso es falso, nos vamos a concentran en reforzar la seguridad en las fronteras», expresó.
Otro de los temas que han causado preocupación especialmente dentro de los cuarteles es que pasará con los fondos que se recauden de producirse la venta de activos militares. «El 70% de lo que se obtenga por la venta de bienes inmuebles de las FFAA, serán retornados al Ministerio de Defensa para invertir en equipamiento militar. Pero quiero destacar que una parte importante de ese porcentaje se utilizará para el equipamiento personal de nuestros militares que no están bien pertrechados actualmente», sostuvo Aguad.
Si bien las medidas se comenzarán a implementar en forma inmediata, el ministro aclaró que el proceso integral de reconversión es de mediano y largo plazo. Lo que permite concluir que, para que tenga éxito, deberá necesariamente contar con consenso de todos los sectores a efectos de que la iniciativa de Cambiemos se transforme en una verdadera política de Estado.
Quien también se prestó a dialogar con Infobae fue el Teniente General Bari Del Valle Sosa, Jefe del Estado Mayor Conjunto. Sosa hoy por hoy es el mayor interlocutor de los uniformados con el poder político nacional, goza de plena confianza y respaldo tanto del Presidente como por parte del jefe de Gabinete Marcos Peña. Una parte importante de la reforma militar que pretende encarar el PEN pasa por aumentar al máximo la «conjuntez», es decir, la operación integrada y armónica de los tres componentes de la defensa nacional (Tierra, Mar y Aire). Es algo en lo que si bien las FFAA vienen trabajando desde finalizada la guerra de Malvinas hasta el presente, sería incrementado notablemente a partir de la nueva concepción estratégica y operacional del sistema de defensa.
Con la convicción propia de quien fue uno de los mentores de este proyecto, el General Sosa manifestó: «Vamos a movilizar a nuestros hombres con un claro sentido de brindar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad, pero también vamos a ejercer un control efectivo de los espacios, siempre en el marco de lo que es nuestra responsabilidad y estableciendo una necesaria complementariedad con las fuerzas de seguridad. También vamos a entrenar nuestros hombres para que lleven a cabo con eficiencia sus nuevas tareas».
El Militar de mayor jerarquía de la Argentina también se refirió a los anteriores operativos de apoyo a la seguridad interior implementados durante el gobierno de Cristina Kirchner. Al respecto señaló: «Si bien a simple vista podrían parecer la misma cosa, son distintos. Nosotros vamos a hacer esta tarea en estricto cumplimiento de la legislación vigente, estamos manejando el estricto marco de las leyes de seguridad interior y defensa».
En cuanto al reagrupamiento de las fuerzas, Sosa remarcó que están en pleno proceso de estudio las readecuaciones necesarias para amoldar las estructuras militares a las nuevas definiciones que se están estableciendo para las fuerzas. «En ese contexto es posible que se den situaciones de reagrupamiento de componentes y redistribución de unidades».
El jefe militar no esquivó la respuesta al ser consultado sobre cómo tomaron puertas adentro de los cuarteles, es cambio de formas y fondo en la actividad militar: «Para nosotros es absolutamente positivo. El hecho que la temática de la defensa este en la agenda pública, es importante. Que no nos encontremos ante una situación de guerra real, puede hacer creer que las FFAA no tienen misión pero eso de ninguna manera es así. La temática del defensa tiene en el presente plena vigencia».
Luego de producirse la retirada del Presidente de la Nación, distintos funcionarios civiles y militares consultados coincidieron en manifestar que sería una pena que se descapitalice a las fuerzas y se afecten los recursos al gasto corriente. De la misma manera algunos altos mandos se mostraron confiados acerca de que la percepción que la opinión pública tiene sus Fuerzas Armadas es positiva y que la acción social que se ha venido realizando en distintas catástrofes ha quedado grabada en el colectivo social.
Respecto a la unificación de unidades aeronáuticas, expertos aviadores dejaron en claro que al margen de que medios aéreos de transporte medianos y en especial los helicópteros deberían unificarse entre las fuerzas adquiriendo modelos similares e integrando la formación de los pilotos de estas naves en escuelas comunes, sería conveniente que cada fuerza mantuviera su autonomía al contar con una estructura o comando de aviación propio, pues el empleo de máquinas de un mismo tipo, es muy distinto en cada fuerza, por lo que la idea de constituir un » Ejercito del aire» no es del todo aceptada .
