El ministro de Justicia de Suecia, Morgan Johansson, no desmintió la información, pero en declaraciones a la cadena pública SVT afirmó que son los tribunales «independientes» quienes aplican la ley y dejó claro que no cabe traslado alguno de personas con nacionalidad sueca.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, negó a la cadena YLE que haya compromisos bajo cuerda, ya que «todo lo que se acordó se puso en el papel». Así, descartó por ejemplo que el país vaya a reformar a toda costa su legislación interna para adaptarse a las exigencias de Turquía.
«Finlandia y Suecia deben tener mucho cuidado de no prometer nada en nombre del Parlamento«, ha explicado Haavisto al hacer balance de las negociaciones a tres bandas, en las que también se implicó la propia OTAN haciendo las veces de mediadora.
La Alianza no estableció ningún calendario preciso para que Suecia y Finlandia puedan convertirse en Estados miembro de pleno derecho, pero durante la cumbre el secretario general, Jens Stoltenberg, expresó su deseo de que fuese «cuanto antes».
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