La violencia volvió a decir presente en un estadio fútbol. Esta vez, los serios incidentes obligaron a suspender, en tiempo de descuento, el encuentro que Luján y San Telmo disputaban por la fecha número 36 de la Primera C.
El elenco local ganaba por 2-1, pero a tres minutos del cierre la visita empató y, ya en tiempo de descuento, logró revertir el marcador con un gol a través de un polémico penal, cobrado por el árbitro Leandro Rey Hilfer, que le permite ser líder de la categoría y lograr un virtual ascenso cuando faltan dos fechas para terminar la temporada.
La última conquista desató la ira de la parcialidad de Luján, que arremetió contra la delegación del «Candombero», que estaba ubicada en la tribuna visitante. Presentes en el lugar denunciaron que, entre la dirigencia y allegados de San Telmo, también había infiltrados barras de la entidad de la Isla Maciel, que respondieron a la agresión con la misma carga de violencia.
Los barras de ambas entidades intercambiaron piedrazos. Los violentos lograron traspasar el alambrado y, dentro del campo de juego, agredieron a los jugadores.
Dentro de la cancha también hubo desmanes, empujones, piñas y patadas entre los propios jugadores. Una vez que los ánimos se calmaron entre los protagonistas, el plantel visitante debió esperar la desconcentración de la parcialidad local para poder abandonar el césped y subirse al micro.
Eduardo Rilo, presidente del Club Luján, vinculó el violento episodio con la interna por la presidencia de la AFA. La dirigencia de San Telmo ha apoyado abiertamente la candidatura de Luis Segura, mientras que el elenco bonaerense ha brindado su respaldo a Marcelo Tinelli.
«En un partido de fútbol se mezclan las cosas políticas. Que Tinelli… que Segura. A mí no me importa, queríamos que esto fuera algo lindo», dijo Rilos, quien durante los incidentes fue golpeado por un desconocido, vinculado al club San Telmo. «Es todo una vergüenza», finalizó el dirigente.
