José María Peña, conocido por todos como Pachu, hizo carrera en el humor de una forma descontracturada, y tan famosa como su capacidad para hacer reír es su incontinencia para reírse de sí mismo y de las situaciones que provoca.
Pachu Peña es transparente, y por ello puede jugar a interpretar a un personaje pero sin perder el niño risueño que todos tenemos adentro. “Es parte del juego, saber que salimos a divertirnos. Y transmitirlo, eso a la gente le gusta. Me gusta mantener la buena onda. Ahora en ´Peligro…´, cuando nos juntamos con Nazareno y Pichu, no paramos. Es una joda tras otra. Cuando llegamos al canal, bien temprano, entramos con una buena energía que se transmite en el programa. Salimos del aire y seguimos hinchando los cocos. Somos muy jodones entre nosotros”, cuenta en charla conDiarioShow el humorista, que este jueves estrena “Bañeros 5” en todos los cines del país.
Más allá de la buena onda laboral, los cómicos siempre deben enfrentarse al público en la vida cotidiana y en mundo virtual y a veces son tildados de malhumorados. Pachu declara que “siempre tengo la mejor con el público. Y agradezco que nos pidan fotos en la calle, que nos paren. El día que no te pidan fotos, ese día preocupate. Pero siempre a pesar de tener un mal día, por algún quilombo, al público hay que darle lo mejor, con una sonrisa, no hay que olvidarse que uno está ahí gracias a ellos”.
En cambio, para Peña surge un problema cuando se trata de exposición: “No me llevo mucho con las redes. Si bien tengo un montón de ideas para Instagram por ejemplo, soy de perfil bajo. Me cuesta darme manija a mí mismo. Por ejemplo, ahora no subiría algo de “Bañeros” porque alguien va a criticar, y es darle de comer al otro. Siempre es más la gente que tira buena onda que la que pega, pero me jode. No me gusta aprovecharme de ser famoso tampoco. A veces voy a comer algo y me dicen no pagues y sacate una foto. Yo prefiero pagar e igual sacarme la foto”.
Con respecto a esa exhibición de la que escapa, el actor recuerda el momento en el que fue acusado de robar dinero en un comercio. “Que me acusen de ladrón fue lo peor que me pasó en la vida. Un momento terrible porque soy todo lo contrario a lo que mostraron. Soy una persona muy caritativa. dono plata, presto a mis amigos, siempre estoy ayudando a mucha gente. He encontrado plata muchas veces y la he devuelto. Fue un palazo muy grande y me deprimí mucho. Sé que los medios hacen su negocio, y por eso no muestran todo lo bueno que hace uno, muestran lo feo”.